Presentan índice sobre la situación de personas indígenas en prisión
Pocos espacios sociales combinan múltiples condiciones de vulnerabilidad, discriminación y violaciones a los derechos humanos de las personas indígenas como el sistema penitenciario, de acuerdo con el investigador Patricio Solís, integrante del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
El especialista en temas de discriminación estructural y desigualdad social, estuvo en Oaxaca para presentar el Índice de la población indígena privada de la libertad, el cual visibiliza las distintas características de este sistema y las condiciones que enfrenta la población indígena en reclusión.
El documento fue elaborado por Cepieadet AC. con base a la evaluación de los sistemas penitenciarios que concentra el mayor porcentaje de población indígenas en el país: Baja California, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Oaxaca, Sonora y Yucatán.
Personas indígenas privadas de su libertad en el país | 7 506 (3.3 %) |
Personas indígenas en centros penitenciarios estatales y especializados. |
Los hallazgos muestran las deficiencias en diferentes áreas, desde los mecanismos de identificación de la población indígena, hasta la falta de infraestructura y acciones de coordinación con instituciones para atender a las personas indígenas privadas de su libertad. Aunque en algunos temas tuvieron calificaciones excelentes, en general, las cárceles analizadas tuvieron una calificación entre deficiente y mala.
Aun cuando existen principios y derechos generales de la perspectiva intercultural en la impartición de justicia, que sugieren medidas alternas al encarcelamientos para personas indígenas, este derecho es inobservado en estos centros penitenciarios.
Los resultados muestran que a pesar de los marcos normativos existentes, que garantizan políticas públicas con perspectiva de derechos humanos para las personas indígenas en prisión, la realidad es poco alentadora.
Patricio Solís considera que este documento de Cepiadet es importante porque es confiable y replicable, porque mide, de manera cuantitativa, y visibiliza una realidad. “Lo que no se mide no se mejora”, comenta parafraseando a Coneval.
En ese sentido, destaca que este índice sirve como un instrumento de diagnóstico y mejora
para el sistema de procuración y administración de justicia y garantizar mejores condiciones a la población indígena de los centros penitenciarios del país.