La Secretaría de Gobernación federal aseguró que da seguimiento a la Acción Urgente 1013/2021 promovida ante el Comité contra la Desaparición Forzada de la Organización de las Naciones Unidas, relativa a la desaparición de la defensora Claudia Uruchurtu Cruz.
La respuesta fue emitida a la Embajada Británica en la que se afirma que se reconoce la relevancia del caso, de ahí que han reforzado la coordinación con las autoridades que investigan y buscan a Claudia Uruchurtu Cruz desaparecida el 26 de marzo de 2021 en la población de Asunción Nochixtlán, en la mixteca oaxaqueña.
De acuerdo con la Coordinación para la Atención de Casos en Organismos Internacionales de Derechos Humanos, a cargo de Nancy Desiderio Noyola, la administración de justicia corresponde al Poder Judicial, por lo que son respetuosos de la autonomía de esa instancia.
Sin embargo, puntualizan que estarán atentos a la resolución que se determine desde el Poder Judicial del Estado de Oaxaca, de conformidad con el sistema jurídico nacional, que acoge y recoge, la obligatoriedad de los estándares internacionales.
El caso jurídico de Claudia Uruchurtu ha sido considerado como “paradigmático” por ser el primero en obtener una sentencia por el delito de desaparición forzada de persona, tanto en México como en Oaxaca, entidad que incorporó esa figura en el Artículo 348 Bis D y Bis E del Código Penal del Estado de Oaxaca, reformado en agosto del 2020, ya que de acuerdo con la Fiscalía General del Estado, en la desaparición de la activista intervinieron servidores públicos, entre quienes estaba la presidenta municipal de Asunción Nochixtlán, Lizbeth Victoria Huerta.
La preocupación de la Embajada Británica se hizo patente de nueva cuenta porque se espera que la Sala de Justicia Indígena y Quinta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado, emita una resolución de acuerdo con lo ordenado por un tribunal federal desde el pasado 12 de julio y que tendría que haberse hecho en los siguientes 20 días hábiles después de esa fecha.
Claudia la activista
Claudia Uruchurtu Cruz se había convertido en defensora de los derechos humanos de los habitantes de Asunción Nochixtlán, la pequeña comunidad de la mixteca oaxaqueña origen de su familia materna y a la que decidió volver en 2014.
Uruchurtu Cruz había detectado problemas que ponían en riesgo a la población y presentó una petición a Lizbeth Victoria Huerta, recién ungida alcaldesa, quien se negó a atender las demandas ciudadanas so pretexto de falta de recursos públicos para hacerlo.
La familia documentó las pesquisas de Claudia iniciadas ante la falta de respuesta de la munícipe. Una de sus primeras acciones fue solicitar información a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, entre otros recursos, ya que había encontrado lo que podría resumirse en malversación y desvío de recursos del erario público, utilización de empresas fantasma, falsificación de firmas y documentos oficiales, además de nepotismo.
Primero solicitó la intervención del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca donde le notificaron que habían recibido la denuncia, sin constancia por escrito, ni hubo resultados de una posible auditoría como pidió. Ante estas irregularidades demandó la intervención del entonces gobernador priista y actual Senador por Morena, Alejandro Murat.
Ni el gobernador, ni otros funcionarios respondieron de forma adecuada, por lo que en 2019 y 2020 envió cartas al presidente Andrés Manuel López Obrador que había señalado entre sus lemas de campaña que acabaría con la corrupción, pero tampoco hubo respuesta, pese a que había documentado hechos concretos. Otra funcionaria que no respondió fue la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
El 26 de marzo de 2021, Claudia Uruchurtu acudió a una manifestación frente al palacio municipal, convocada por pobladores indignados tras la detención de un vecino. Esa noche fue la última vez que la activista fue vista. “Desapareció” entre las 22:30 y 23:00 horas. Sus últimos pasos fueron grabados por cámaras del lugar, al igual que el grito de una persona alertando que “se llevaban a una muchacha”, grabado en un teléfono celular. Los videos permiten observar a Claudia sometida, subida en una camioneta roja por elementos de seguridad del gobierno municipal y otras personas.
Dos días después, pobladores San Pedro Coaxcaltepec Cántaros, a 15 kilómetros de Asunción Nochixtlán, localizaron un cuerpo. Se avisa a las autoridades, cuando elementos de la Fiscalía General del Estado llegan no hay ningún cuerpo, solo encontraron “indicios”, entre ellos una llave. Los policía de Coaxcaltepec aseguran que los restos humanos eran de un hombre y no de una mujer.
42 días después, el 7 de mayo de ese mismo año, sin que nadie supiera nada sobre el paradero de Claudia, con evidencias sobre su posible responsabilidad, fue detenida la presidenta municipal, Lizbeth Victoria Huerta, quien fue vinculada a proceso, en prisión preventiva.
La familia Uruchurtu a lo largo del proceso judicial ha señalado irregularidades, como el cambió del delito en el caso de la ex munícipe Lizbeth V.H., quien en 2021 buscaba ser reelecta como presidenta municipal de su pueblo, y denunciaron la intromisión del gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz “para proteger a su amiga”.
En 2021 siendo aún senador Jara Cruz señaló que los medios de comunicación tenían contra la presidenta “una actitud de linchamiento…campañas sucias”, su testimonio fue emitido en una visita a esa población y fue entrevistado por un medio local el 12 de mayo de ese año.
El crimen de lesa humanidad cometido contra Claudia no puede ni debe quedar impune, afirman sus hermanas que buscan justicia, aunque en lo personal reconocen que la única y mejor justicia es saber en dónde está Claudia.