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Por La Tehuanita
Tehuantepec, Oax.- ¡Padiuxhi! Para los unilingües, los estoy saludando en zapoteco con el propósito de ponerme a tono con nuestro senador Antonino Morales Toledo, quien en la máxima tribuna del país fue a defender en esta lengua la reforma a la Ley de derechos indígenas y afromexicanos, impulsada por el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador. Hablo en zapoteco, dijo, para ser congruente con lo que se pretende defender: los derechos de los pueblos indígenas que por años han sido discriminados por su lengua y con quienes el Estado tiene una deuda histórica. “Vivan los pueblos indígenas!, ¡Viva el pueblo afromexicano!, ¡Viva la grandeza intercultural de México!”, exclamó el legislador sanblaseño. Sin embargo, para el sociólogo oaxaqueño Cuauhtémoc Blas López, originario del municipio istmeño de Matías Romero, es irónico festejar una reforma en la materia, en particular al artículo 20 constitucional, “cuando los asesinatos de indígenas defensores de su territorio son imparables” a nivel nacional. Afortunadamente, paisanos, en el Istmo no ha habido activistas asesinados. Hasta ahora. Acá solo se les hostiga, se les criminaliza y, finalmente, se les detiene, como le sucedió a David Hernández Salazar, agente municipal de Puente Madera, San Blas Atempa, y opositor del polo de desarrollo que se pretende instalar en el paraje El Pitayal de esa comunidad indígena, como parte del Corredor Interoceánico, el cual fue acusado de daños por incendio y lesiones dolosas, sentenciado a 46 años y seis meses de prisión y, tras la intervención de organismos internacionales y sin un ‘usted disculpe’,fue liberado. “Persiste la añeja simulación política desde que el Estado escogió como esencia de la identidad mexicana a los grupos indígenas. Homenajes y discursos, leyes y más leyes, pero esos mexicanos siguen tan miserables como siempre”, consideró además el también periodista Blas López, en su columna titulada Crónicas de la ínsula. Tal vez por eso mi abuelita –que en gloria de Dios esté– nunca quiso enseñarnos a hablar en zapoteco porque, según decía, luego se nos discrimina y se dificulta hablar bien el español. Y tal vez tuvo razón, porque don Antonino clarito y de corrido dio su discurso en nuestra lengua madre, y cuando lo tradujo al español tuvo que leerlo, y ni así pronunció bien algunas palabras. Pero, como él mismo dijo, lo importante es no discriminar y sentirnos orgullosos de nuestra herencia. Mientras tanto, la que viajó a la región de la Costa, el fin de semana pasado, antes de que el huracán John impactara la zona, es la presidenta municipal de Tehuantepec, Vilma Martínez Cortés, quien fue a darle gracias a la Virgen de Juquila porque dejará el cargo a su suplente de fórmula en la presidencia, compañera de partido y, por si fuera poco, comadre, la médica de profesión Ana Cecilia Pérez Velásquez. Ya será la próxima gobernante, si acaso, quien dé cuenta de qué pasó con la invasión de la calle Melchor Ocampo del barrio Laborio, quién se hará responsable de los obreros muertos en las obras de drenaje y agua potable, por cuántos años más se dará en comodato la Casa Guietiqui a la Fundación Harp Helú para que le siga sirviendo de extensión a La Salle, y qué fin tendrá el Deportivo Guiengola, que bajo el gobierno morenista pasó de ser prestado a un particular para su lucro con un espectáculo de futbol a ser disputado para su lotificación y venta por parte de particulares. Ojalá Ana Cecilia también responda por los asaltos a comercios, los robos de motocicletas y la inseguridad reinante en el municipio. Solo la noche del pasado domingo una joven fue baleada por resistirse a un asalto en el ‘nuevo’ andador peatonal del Puente de Fierro, y este martes un solitario ladrón asaltó pistola en mano las oficinas de la Financiera Bienestar –antes Telecomm–, en pleno centro de la ciudad. Pero no crean que somos los únicos con estos problemas: este mismo martes fueron encontrados dos hombres muertos en un basurero de San Blas Atempa y en Juchitán una familia fue atacada a balazos en su propio domicilio. Así que, aunque esto parezca un infierno y el Istmo arda y arda, hay que tener fe como la edil Martínez Cortés, quien junto a las fotos de su viaje a Juquila en su cuenta de Facebook publicó una cita bíblica del profeta Mateo: “Porque a cualquiera que tiene se le dará, y tendrá más. Pero el que no tiene aún lo que tiene le será quitado”. Al final de cuentas por algo somos la capital espiritual del Istmo. ¡Ay nanna!