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El CASA, Casa Refugio para salvaguardar la palabra

*Se establece en Oaxaca Casa Refugio para escritores perseguidos por sus ideas

*Es la segunda entidad latinoamericana en incorporarse a la red de ciudades albergue

Rocío Flores

Oaxaca, Oax. En el mundo actual hay una necesidad mayor de proteger la libertad de expresión y a quienes la practican, hay una necesidad de proteger a los escritores y escritoras que están desafiando los límites de lo que se puede decir y expresar, señaló Helge Lunde, director ejecutivo de The International Cities of Refuge Network (ICORN, por sus siglas en inglés), al firmar el acuerdo para la apertura de una Casa Refugio para escritores perseguidos que se establecerá en Oaxaca.

Al respecto, Philippe Ollé-Laprune, director de la Casa Refugio Citláltepetl y coordinador en Latinoamérica de ICOR, destacó: en América Latina la gente piensa en general que el tiempo de la censura y las amenazas a creadores ya pasó, porque en los años 70 y 80 habían represiones terribles y nos da la impresión de que el mundo es más amable, pero no debemos olvidar que hay continentes en los que la represión está más fuerte que nunca. Nadie está a salvo, pero por sistema casi la totalidad de los países africanos tiene problemas con sus creadores, muchos países asiáticos también. El mundo musulmán tiene casi siempre problemas con sus pensadores y Europa no se queda atrás. Estamos rebasados, hay una lista y por eso es importante ubicar a quienes están en peligro y darle la posibilidad de albergarse en un lugar seguro.

En este contexto y con la premisa de garantizar la libertad de expresión, así como la defensa de los derechos humanos, este miércoles se firmó en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca el acuerdo para establecer la Casa Refugio para escritores perseguidos que estén amenazados por su quehacer intelectual y trabajo literario, lo cual representa la posibilidad de otorgar a las y los escritores un lugar de trabajo digno, “un hogar a quienes por sus ideas y sus obras viven amenazados por la intolerancia”, apuntó en su intervención Guillermo Quijas Corzo, director de la Feria Internacional del Libro en Oaxaca (FILO), quien también participa en esta iniciativa de integración social y cultural.

 

Casa Refugio en Oaxaca para escritores perseguidos

Construcción de Casa Refugio para escritores perseguidos FOTO: sucedioenoaxaca.com

Con el establecimiento de este espacio, que estará ubicado en el Centro de las Artes San Agustín (CASA), Oaxaca se convierte en la segunda entidad en el país donde se instala una Casa Refugio a nivel Latinoamérica y número 50 en el contexto mundial, ya que forma parte de la Red Internacional de Casas Refugio.

La primera es la Casa Refugio Citlaltépetl, ubicada en el Distrito Federal, la cual cumplió este 22 de enero 15 años de su fundación. Ha recibido a lo largo de este periodo a 11 escritores y es la única que recibe a dos escritores al mismo tiempo, ya que por lo general en las casas refugio de otros países sólo se alberga a uno a la vez.

En este proyecto participan el gobierno del estado de Oaxaca a través de la Secretaría de las Culturas y las Artes de Oaxaca (Seculta), la FILO, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), la Fundación Alfredo Harp Helú y el CASA.

La Casa Refugio podrá recibir a una escritora o escritor, a quien se le acogerá mediante un programa que tendrá una duración aproximada de dos años. Durante ese periodo, los escritores  participantes se comprometen a aprender el español, en tanto que las instituciones  diseñarán un programa para que, a través de talleres y pláticas, puedan seguir divulgando sus ideas.

Las o los escritores que tienen la necesidad de afiliarse necesitan registrarse a ICORN. Para ellos, la FILO y el Fondo Ventura asumirán el pago de 2 mil euros. El costo del traslado desde su país de origen correrá a cargo de la Fundación Harp Helú. Y la residencia y lo que implica quedará a cargo del CASA, además de que la Seculta asumirá los gastos de mantutención, una cuota mensual que servirá para vivir aquí, un seguro médico y las clases de español.

Luego, en conjunto con las instituciones, se generará la programación y agenda cultural para que el escritor pueda desarrollar y compartir su quehacer artístico e intelectual.

El costo de esta iniciativa asciende a 350 mil pesos al año. La Casa refugio en Oaxaca estará lista para recibir a un escritor o escritora en el mes de marzo.

 

Escritores o periodistas ubicados en Casa Refugio

México no está exento de tener escritoras, escritores o periodistas en riesgo por la práctica de la libertad de expresión. Sin mencionar nombres, Philiphe comentó: sí, sé de un caso que se organizó a través de Reporteros Sin Fronteras. Hay varios, apuntó, aunque por motivos de seguridad no pudo detallar. Servimos un poco de caja de resonancia desde donde estamos para, eventualmente, en casos muy extremos sacarlos del país y mandarlos a otra Casa.

Lo que quiere un poder, dijo, ya sea político, religioso u otro, es que no estorbe el escritor.

 

Los límites de la libertad de expresión

Hay un debate en Francia sobre la libertad de expresión, señaló Philiphe: “sí se puede hablar de todo o reír de todo, nosotros pensamos que sí, se puede escribir sobre todo y en el tono que tú quieras; el asunto es que hay un paso que no podemos tolerar… ustedes son periodistas, no escriben para ser la voz oficial de cualquier persona, es normal que a veces haya fricciones o diferencias”.

En este sentido, el escritor y editor francés se pronunció porque las diferencias se queden dentro de un marco de legalidad y de civilidad. “Si mañana tu escribes que yo dije que Al Qaeda era una cosa genial, yo te demando”, finalizó.

 

La palabra no tiene fronteras

Entrevistado al término de la firma del acuerdo para el establecimiento de la Casa Refugio, el escritor iraní Mohsen Emadi –quien se aloja en Casa Refugio Citláltepetl– destacó que la lucha por la libertad es internacional.

“Lo que está pasando en México también está pasando en mi país, me identificó con los mexicanos de la misma manera que me identifico como iraní, como finlandés, la palabra no tiene frontera… la cuestión principal es respetar la lucha, hay que aprender a respetar la existencia del otro, la respuesta a la palabra es la palabra, lo que estamos viviendo –dijo– es una experiencia histórica y no se limita a un país. Estados Unidos tampoco es un país de libertad de expresión, también hay censura, sólo que su mecanismo es distinto”.