De pronto se abre el bosque y aparece la visión: veo una escena de la farándula política y restaurantera high class local oaxaqueando y guelaguetceando cabrón, es decir, viendo cómo hacer bisne con la cocina indígena y popular.
La volveremos “alta cocina”, como en Francia, dicen, y la llamaremos “molecular”: venderemos microplatillos a precios groseros…
