Con la temporada de estiaje, el problema del abasto de agua se agudiza en Oaxaca desde noviembre de 2024. Esta escasez no es cuestión de temporadas, sino una crisis agravada año con año. Exige soluciones de largo plazo, más allá de las que anuncian y promueven las autoridades: no es la solución construir presas, programar sin presupuesto saneamientos…