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La aventura en los Pueblos Mágicos de Oaxaca

¿Cómo pudimos bebernos el mar de un solo trago? ¿Quién nos dio la esponja para borrar el horizonte?…

El loco/Nietzsche

 Adán Sandoval/

Fauna y flora que llenan los sentidos, desde la imponente montaña hasta las caudalosas aguas del océano Pacífico en Oaxaca; en ocasiones un abrasante sol te acompaña, después una espesa neblina, o  fuertes corrientes de aire que esculpen las rocas.

¡Aventura! Andar por agrestes veredas, a la orilla de profundos desfiladeros o de inacabables bosques y selvas, encontrarse con impetuosos ríos, el misticismo de sus parajes, historias que no se acaban de contar, de Norte a Sur, de Oriente a Poniente habrá que caminarlo, conocerlo.

Inconquistables montañas, agrestes veredas, profundos barrancos, caudalosos ríos que desembocan en el inmenso mar,  bosques, selvas, desiertos, ¡qué más se puede pedir!

Hace ya algunos años, a finales de la década de los 80,  se puso de moda el turismo ecológico, el turismo de aventura en México, cientos de ‘mochileros’ o tal vez miles retomaron ese espíritu de la comuna de los años 60, no era necesario hospedarse en lujosos hoteles o degustar costosos manjares.

De nuevo volvía ese gusto de andar por los caminos de todo el país, conocer las miles de historias que se narran en los pueblos y rancherías de este territorio, Oaxaca tuvo su auge, una tal María Sabina, allá en la Sierra Mazateca, fue imán para muchos curiosos que deseaban conocer a esta mítica sacerdotisa.

Escritores, artistas y hasta políticos decidieron darse una vuelta a Huautla de Jiménez, y aunque María Sabina murió hace ya muchos años, su leyenda, su legado ha perdurado, había que aprovechar ese ‘boom’, tanto comuneros, autoridades estatales, federales y por supuesto las empresas dedicadas al turismo vieron en este sector una posibilidad de explotar esta veta.

Hoteleros, líneas de transporte, restauranteros y un largo etcétera se aliaron para retomar este concepto que en su momento fue signo de contracultura, pero el sistema se encarga de absorber estas expresiones.

Dejemos a un lado las interpretaciones deontológicas, agarrar tu mochila y recorrer tu país no tiene comparación, empiezas a socializar, a conocer los miles de recovecos que tiene este amplísimo territorio.

La economía en estos pueblos que parecían  habitados por fantasmas se reactivó, una inusual actividad empezó a surgir y en ello estaba el cuidado a la naturaleza, el respeto a la fauna, miles de proyectos autosustentables salieron a la luz, uno de ellos los llamados: “Pueblos mágicos”.

Esa es la parte institucional que previo a un estudio, designa qué comunidad recibirá ese rango y qué condiciones debe tener para conservarla, pero fuera este molde cada sitio de Oaxaca y cada entidad del país  y ofrece una cantidad cuasi infinita de montañas, lagos, lagunas, desierto, bosque, selva, mar y no es necesario gastar miles de pesos, las opciones se pueden acomodar para cualquier bolsillo, el ‘chiste’ es sacar al aventurero que llevamos dentro, oír nuestro ‘llamado de la selva’.

Turismo de aventura… El contacto con la naturaleza requiere de grandes esfuerzos y altos riesgos. Es el tipo de turismo que cuenta con mayor diversidad de actividades. Ejemplo: rafting, canyoning, cascading, tubing y canotaje, cabalgatas, caminatas a caballo, ciclismo de montaña (mountain bike), espeleología deportiva (caving: descenso a las profundidades subterráneas de cavernas, grutas, furnias y otros fenómenos calcáreos o calizos). Montañismo, buceo deportivo, parapente, vuelo de alta delta, maromas (ropescourse).!