Charlie A. Secas
OAXACA. Oax. La infancia es el refugio de la nostalgia. El columpio suele ser la imagen idílica de los años felices, mientras espera que la quincena sea depositada vía electrónica. Es inevitable subir fotos a facebook de nuestros amigos que han permanecido hasta nuestros días. Y muchas veces las mismas muestras de arte conceptual están llenos de objetos y juguetes queriendo llenar el objeto con la nostalgia, para cubrir la falta de profundidad.
Por eso la literatura infantil está lleno de libros de mediana calidad. Los libros infantiles son un mercado excepcional, donde los padres adultos quieren construir un lazo con sus hijos. Y los autores de estos libros se convierten en los mesías del futuro que pueden conversar con los niños de las próximas décadas.
La poesía infantil es doblemente difícil. Ya que se llena de palabras rosas y ñoñas queriendo sacar un ahhh a los papas, que un oh, a lao niños lectores. Verso s fáciles y lugares comunes se ven en los libros de poesía infantil. O muchas veces una poesía igual de de cerrada como en una lectura de poesía conceptual en la Condesa.
Por eso la valía del libro de A los Ocho de Haydee Ramos, publicado por Seculta en el 2014. Ya que Haydee no intenta ser la portadora de la voz del futuro, ni del bolsillo del papa actual. El libro de poemas de Haydee es un recorrido por el cariño, el camino de las enseñanzas de su abuela, que le ayudaron a vivir la lejanía de sus padres.
Con un lenguaje sencillo, y una fluidez hermosa, Haydee, se reconcilia con la voz . no su voz actual, sino de la niña que fue. Reconocer las inflexiones del crecimiento de ella misma ante la próxima ruptura de sus ÷padres, de la calidez del café en la mañana de su abuela. El amor es un pájaro que te despierta en las mañanas.
Mi papá desapareció una noche,
A mi mama le salieron albercas
En sus ojos verdes
Por el negro que no vuelve
Ay mi negrito
Te volviste una cabra lca
Entre el trafico de las calles
Coloreo mis cuentos:
Para que llorar por el negro
Si tenemos tantos colores
Haydee nos cuenta sus conflictos de crecer y cumplir ocho años cuando el mundo , afuera de su corazón se rompe en mil pedazos. Que importa si la casa se rompe, si el niño más guapo la quiere. Que importa el mundo si su abuela se va a otro lugar donde duerme por siempre.
Haydee no para de gritar, saltando a la cuerda, raspándose las rodillas, y comiendo insectos, que ella sigue creciendo para ser la futura poeta.
No dudo que derrame lágrimas, yo lo hice, al terminar de leer el libro, pero son lagrimas que duelen tanto como el raspón cuando te caes del columpio. Hay una aire que se queda metido en el pecho que te obligara a celebrar con un grito de júbilo, como lo hace Haydee al cerrar su poemario:
El tiempo cuando cabe en las palmas de las manos,
Es un racimo de palitos chinos
Antes de ser lanzados al vacío
Con un grito que rompe una rama de árbol
Le enseñé los dedos
Y grite
Tengo 8 años
A los 8 será presentado este sábado en el marco del festiva de ‘Día del niño’ a partir de las 11:00 por la autora, en la Proveedora Escolar,
La entrada es gratuita.