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Un grupo colegiado de arquitectos de Oaxaca se pronunció este fin de semana en contra de las irregularidades que advierten en la obra de la Fundación Harp Helú en el parque Eduardo Vasconcelos de la capital.
Gerardo José Corres Tenorio expresidente del colegio Libre e independiente de arquitectos y expresidente del consejo consultivo del Centro Histórico de la Ciudad de Oaxaca, explicó que es una obra irregular por parte del gobierno municipal, primero porque no tiene los permisos y estudios de impacto ambiental necesarios, segundo porque no considera el valor histórico del edificio Art Decó que fue construido en los años 50.
Considerando la legislación, el reglamento de construcciones y seguridad estructural, Enrique A. Calvo Díaz presidente del Colegio Académico de Profesionales en Arquitectura del Estado de Oaxaca destacó que todo proyecto debe tener un estudio integral de toda la zona que no se está tomando en cuenta en esta obra.
De acuerdo con los especialistas, en este espacio se pretenden una serie de acciones entre las que destaca clausurar vialidades para hacerlas peatonales sin tener una visión integral y urbana; además eliminar ejemplares vegetales contemporáneos al estadio y eliminar un edificio histórico patrimonial para crear una explanada.
“Como arquitectos estamos esperando que la autoridad nos de respuesta de cuál sería el planteamiento de ellos para contrarrestar todos estos elementos viales que seguramente nos van a impactar”, dijo Calvo Díaz. Por ello, expuso, una de las peticiones específicas de los distintos colegios de arquitectos en el estado es que la autoridad informe cuál es el planteamiento global de carácter urbanístico que se plantea en esta zona.
“Nos preocupa cómo se ha venido dando este proyecto sin socializarlo”, apuntó Farid Ruiz Calvo, presidente electo del Colegio Libre e Independiente de Arquitectos de Oaxaca AC.
Patrimonio arquitectónico en riesgo

El edificio es considerado por especialistas un inmueble emblemático dentro de la arquitectura contemporánea del Siglo XX. Su valor patrimonial y artístico, indican, se respalda a través de material y testimonio gráfico e historiográfico.
La construcción del estadio Eduardo Vasconcelos comenzó en 1948, dirigida por el arquitecto Luis Álvarez Varela y culminó un 8 de octubre de 1950, durante la administración del gobernador Eduardo Vasconcelos.
“Fue cuando se cantó el primer play ball” cuentan algunos aficionados del beisbol oaxaqueño. Por cuatro décadas este edificio fue sede de innumerables encuentros hasta que, en la década de los 90, se entregó en comodato al empresario Alfredo Harp Helú quien hizo del inmueble la casa de los Guerreros de Oaxaca.
Hoy este edificio está en riesgo: de acuerdo con los especialistas, el proyecto desaparece. Se presume que será demolido.
El grupo de los distintos colegiados de arquitectos en Oaxaca destacó también la responsabilidad que la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca tiene en esta obra, al ser la propietaria del inmueble que cedió en comodato a la Fundación Alfredo Harp Helú.
Los especialistas advierten de la posibilidad de que, en esta decisión de cederlo a una entidad privada, las autoridades de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca no convocaron al Consejo Universitario.
Aspectos legales y normativos
Para poder solicitar la licencia y presentar un proyecto arquitectónico, los especialistas en arquitectura explican, se debe presentar los estudios de impacto urbano, impacto vial Protección Civil, además debe estar firmado por un Director Responsable de Obra, lo cual no es claro en este caso.
Por otra parte mencionan, el edificio está catalogado por el Instituto Nacional de Bellas por lo que se debe considerar el artículo 40 de Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos y del Reglamento de Construcción y Seguridad Estructural para el Estado de Oaxaca, el cual establece que “en los casos de inmuebles clasificados y catalogados, por el Ayuntamiento, la Secretaría, Instituto Nacional de Bellas Artes y/o el Instituto Nacional de Antropología e Historia, como parte del patrimonio cultural de la ciudad de Oaxaca de Juárez y demás municipios, se requerirá de autorización expresa de las autoridades federales y/o estatales competentes”.
“Si se cumpliera con la normativa, el edificio histórico estaría protegido”, exponen. Para los integrantes de distintos colegios de arquitectos hasta ahora esto ha sido irregular y una práctica recurrente en Oaxaca: Hacer y deshacer sin autorizaciones y sin reglamentos.
Consideran que lo más grave, si se expidió una licencia en estas condiciones al final de una administración, es que va a heredar un problema al siguiente gobierno municipal y ésta es una ‘truculenta’ manera de ir haciendo obras en Oaxaca, con el cobijo incluso de las autoridades estatales.