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Democracia forzada

Día 6: expectativa ante elecciones en Oaxaca

Rocío Flores/Foto:JLP

OAXACA, Oax. Son las 17:00 horas, en el centro de la ciudad capital se perciben algunos contrastes: por un lado, en el plantón del Zócalo una gran concentración de profesoras y profesores de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, se agrupan en sus distintos sectores, conversan, hablan por teléfono, pasan lista,  mientras otros más tienden lonas ante la prevista posibilidad de lluvias fuertes, tormentas eléctricas y vientos fuertes.

Por otra parte, el tan concurrido Andador Macedonio Alcalá, o andador turístico,  está casi vacío, probablemente también se deba al pronóstico del tiempo.

Hay gran expectativa, fundamentalmente por el  tiempo  electoral.

Está a punto de cerrar el proceso que inició hace ocho meses para el Instituto Nacional Electoral (INE) y, por otro lado, también está a punto de concluir un ciclo de jornadas de protestas de esta gremial del magisterio.

Después de cinco días de intensas movilizaciones, en las 11 sedes distritales del INE en el estado, de manifestaciones frente a sedes de partidos políticos, la quema de papelería electoral, y principalmente, la toma de la subestación de Pemex en Tlacolula, lo  que derivó en el desabasto de combustible e irritación entre la ciudadanía, además del cierre de la terminal de primera clase ADO,  llegó aparentemente la calma de la mano de la Fuerza Pública.

El viernes por la tarde, cerca de las siete de la noche  llegaron al Aeropuerto Internacional de Oaxaca, ubicado en Xococotlán,  16 mil elementos de la Policía Federal, la Armada de México y el Ejército Mexicano. De acuerdo con el Gobierno “con el objetivo de garantizar a la ciudadanía las condiciones que les permitan ejercer su voto de manera libre y pacífica”, esto pese a que en reiteradas ocasiones el consejero presidente  del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello, insistiera a la prensa nacional e internacional que no habría militarización de las elecciones federales en México.

El Gobierno de la República puso en marcha este viernes un operativo a nivel nacional. En el despliegue participan elementos del Ejército Mexicano, de la Marina Armada de México y de la Policía Federal; la Secretaría de Gobernación?? señaló que se enfocaría especialmente en la región sur-sureste, y en particular, en el estado de Oaxaca.

Así el escenario previo al día de la votación de este domingo 7 de junio.

En una radiodifusora local la gente habla para decir “qué bueno que llegó el Ejército, ya necesitamos tranquilidad”, “Qué también quiten a los maestros del Zócalo” (sic); mientras que otro tanto habla para reprochar su presencia, “no estamos en guerra” , “ no queremos que ocurra otro 2006”, “tenemos que despertar y darnos cuenta que los que lastiman a la ciudadanía son los gobiernos, los diputados, y políticos corruptos que están saqueando al país”, “la culpa no es del maestro, la culpa es de Enrique Peña Nieto, la culpa es de nosotros por no unirnos”,  “ Los únicos que protestan son ellos (la Sección 22) y ¿por eso nos molestamos?, deberíamos aprender y luchar por nuestros derechos, que los políticos ya no nos pisoteen, que los partidos no roben”. Queremos a Oaxaca en paz, coinciden los pobladores, a pesar de los contrastes en sus declaraciones al aire.

Casi al cierre de este texto, se lee en una nota local, la declaración del vocal ejecutivo del Distrito 08 del INE  que  asegura: “independientemente del conflicto magisterial que se acentuó del primero de este mes hasta al día de hoy, existe en este momento un clima muy favorable para llevar a cabo la elección el día de mañana”.

Y a punto del punto final, escucho por la ventana de mi  improvisada oficina, dos sonidos que llaman la atención  y causan también expectativa, dos aeronaves sobrevuelan  el  centro de la ciudad, la gente se asoma, alza la vista,  y luego un breve  silencio que se interrumpe por  la música de la calenda que enmarca también este peculiar día pre-electoral.