Más de 100 textos cortos de 59 autores mexicanos fueron traducidos en lenguas indígenas como el mixteco, zapoteco y mixe para crear la colección de Literatura en Lenguas Mexicanas (Lileeme) que incluye textos de Carlos Monsiváis, Rosario Castellanos, Juan José Arreola y Elena Poniatowska entre otros escritores, un proyecto que tiene por objetivo crear y estimular al público a leer libros monolingües y que esta semana presentó su traducción al mixteco, en esta comunidad oaxaqueña.
Con la visita a San Juan Mixtepec concluye la serie de presentaciones que se realizaron a lo largo del año pasado, cuando los traductores participantes se reunieron con el público para poner a su disposición el trabajo literario que comenzó en el 2012 y que logró la edición de 2000 ejemplares por cada una de las lenguas indígenas de Oaxaca que fueron seleccionadas para ser parte de esta colección.
Rasheny Lazcano Leyva, editor y responsable de este proyecto, dijo que para la realización de la colección se contó con la participación del antologador Lauro Zavala, quien se encargó de seleccionar los más de 100 textos que fueron traducidos al mixteco, el zapoteco, en su variante del Istmo de Tehuantepec, y al mixe, en dos de sus variantes: la de Ayutla y la de Santa María Tlahuitoltepec.
“La idea, cuando salió esta colección, era hacer una gran colección de traducción de literatura universal a lenguas indígenas; traducir textos que atrajeran la lectura de los chavos. El objetivo principal es rescatar la lengua, por un lado, pero creemos que en un futuro se puedan crear escritores en lenguas indígenas”, comentó Lazcano Leyva.
Celerina Sánchez Santiago, la poeta que hizo posible la traducción de los textos del español al mixteco, dijo que, aunque la antología no reflejaba el “pensamiento y la palabra de los mixtecos”, tiene la importancia de hacer presente una cultura lengua que tiene 8000 años de historia de la “cual nos debemos sentir orgullosos porque venimos con una lengua y una cultura milenaria, una cultura que, si la dejamos ir para siempre, habremos perdido 8000 años de historia”.
“Es cierto –dijo– nos llamaron pobres. Nos dijeron que nosotros no podríamos escribir, nos dijeron que nuestra lengua no valía y nosotros nos lo creímos y nos olvidamos de nuestra historia y de que podíamos hablar con la tierra, el sol y la lluvia. Cuando iban a venir las lluvias hacíamos fiesta. Ahora muchos de nuestros pueblos han olvidado esto y me gustaría que [este día] fuera el inicio de lo poco que he aprendido en el camino: que mi lengua y mi cultura valen mucho.”
Además de Celereina Sánchez Santiago, los traductores que participaron en el proyecto son: Yásnaya Aguilar, quien tradujo los textos al mixe de Ayutla; el colectivo Colmix, responsable de la traducción al mixe de Tlahuitoltepec; y Víctor Cata, quien se encargó de las traducciones alen zapoteco del Istmo.
Sebastián van Doesburg, director de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova (BIJC), de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO), institución que se sumó al proyecto a través de la capacitación de traductores, habló de la importancia de esta colección de libros “cada pueblo que cultiva y conserva su propia lengua también cultiva una identidad. Pocos elementos de nuestro patrimonio son tan significativos para darnos una identidad que la lengua que hablamos” , destacó.