Rocío Flores
OAXACA, Oax. A pesar de los 10 años de lucha contra la represa Paso de la Reina en la Costa, habitantes de comunidades afectadas advierten que no dejarán de hacerle frente al gobierno en su lucha que iniciaron desde 2006, por la defensa de su tierra y de su río.
Durante el Foro celebrado ayer lunes 14 de marzo para conmemorar el Día Internacional Internacional de Acción contra las Presas y en favor de los Ríos, el Agua y la Vida, Cenobio Chávez, habitante de Paso de la Reina e integrante del Consejo de Pueblos Unidos por la Defensa del Río Verde (Copudever) destacó la riqueza de su pueblo y advirtió que no darán paso al proyecto que a pesar de no estar concluido ha dejado ya afectaciones a diversas poblaciones.
Recordó que desde el 2006 comenzaron su lucha y en 2009 conformaron un frente en resistencia a esta hidroeléctrica, que a la fecha ha minado la producción de los alimentos que obtienen gracias al río.
“Hicieron una cortina como de dos metros para subir el agua a unos canales de riego pero “esta gente del dinero” no nos tomó en cuenta, no nos consultaron, teníamos mucha comida de peces pero se acabó, ya no subió nada, ya no hay peces ni para los lugareños ni para las poblaciones aledañas y esa es una prueba de que la hidroeléctrica sí nos van a afectar”, expuso.
Algunos testimonios más, presentados en un documental en las instalaciones del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), revelan el temor de la población por este megaproyecto, uno de los 14 que el gobierno federal pretende relanzar en la zona y que son incluidos en el Inventario de Energías Renovables (Inere).
De su lado el doctor Scott S. Robinson, antropólogo, investigador y profesor jubilado de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) quien ha realizado investigaciones en torno a los derechos indígenas y seguimiento a proyectos financiados por el Banco Mundial, expuso que en todas partes del mundo el desarrollo de presas hidroeléctricas obliga al desarrollo involuntario de los pueblos.
El también productor del video Unos más vivos que otros, que documenta un caso similar en Guerrero pero de hace 24 años, expuso que en el año de 1990 México fue el país que provocó mayores desplazamientos humanos que cualquier otro en el mundo debido a este tipo de megaproyectos.
Unos más vivos que otros, expone los conflictos que se han generado entre la entidad responsable y los habitantes cuyas tierras, pueblos y hogares serían inundados.
Los proyectos y reacomodos de la población han creado muchas “víctimas del progreso”, en México, la planificación para el reacomodo ha sido improvisada y como consecuencia de los proceso conflictivos generados, las élites locales suelen ser las beneficiadas, raras veces se ha consultado con las personas afectadas sobre las políticas que determinan su patrimonio y porvenir, explica el testimonial de hace 24 años.
Scott S. Robinson expone que hoy en México, el 27 por ciento de su energía viene de fuentes hidroeléctricas y quedan muy pocos proyectos como Paso de la Reina pendientes de construcción.
“Me gustaría pensar que la época de las presas quedó atrás porque la energía está llegando a ser competitiva con la energía solar y eólica pero lamentablemente esta situación parece no haber cambiado, debido a que estas eólicas generan otra problemática”, sentenció.
A pesar de este panorama Cenobio Chávez, habitante afectado en esa región destacó la riqueza de su pueblo y reiteró que no darán paso al proyecto.
“Tenemos grandes riquezas, aunque los políticos dicen que Oaxaca es pobre, en la Costa chica de Pinotepa a Puerto Escondido somos una máquina reproductora de frutas en cantidad, somos limoneros, desplegamos muchísimos camiones a las ciudades grandes”, comentó.
Cenobio Chávez expuso que esa característica de la zona es gracias al río Atoyac que en la Costa es nombrado como Río Verde, y por el que dijo, están dispuestos a luchar.
“Confiamos que vamos a seguir haciendo frente para defender lo que nos corresponde, dijo el integrante de Copudever.
