Elisa Ruiz Hernández
OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- En estos momentos de relevo en la gubernatura y en la Cámara de diputados ha sido notoria la falta de propuestas serias y responsables encaminadas a resolver los problemas de los pueblos indígenas y afrodescendientes, aun cuando estos componen el 70 por ciento de la población de esta entidad.
Así lo hace notar Tomás López Sarabia, presidente del Centro Profesional Indígena de Asesoría, Defensa y Traducción A.C. (Cepiadet), organización dedicada a la defensa jurídica y a la promoción del respeto a los derechos de los pueblos y comunidades indígenas.
“Sólo vemos lo mismo de siempre, propuestas de asistencialismo, una práctica que ha quedado claro, a través de diversos informes, no han generado mejores condiciones de vida para las comunidades indígenas”, expresa en entrevista el abogado, a su retorno de su participación en la reciente Jornada sobre Pluralismo Jurídico «Los retos de México como nación pluricultural», realizado en la Universidad Carlos III de Madrid, España.
Al cierre de las campañas políticas, que culminaron ayer miércoles, López Sarabia enfatiza que ninguno de los candidatos a gobernador, ni aspirantes a la Cámara de diputados, se ha pronunció de manera contundente sobre los proyectos a gran escala que se están implementando en territorios indígenas de Oaxaca, ni tampoco han dicho si promoverán la reforma constitucional pendiente.
En este mismo contexto, cuestiona la manipulación de las comunidades y pueblos indígenas por parte de diversas instancias de gobierno a través de los programas asistenciales o gestiones que realizan para alguna necesidad con la que cuente la comunidad.
“Pareciera que el dinero es de la institución o servidor público, que ellos son los dueños, y que las comunidades deben pedir caridad o limosnas para que se les apoye con un tanque de agua, electrificación, etc., cuando esos recursos los aportamos todos con nuestros impuestos”, agrega.
El presidente de Cepiadet manifiesta que muchos de esos recursos se manejan con opacidad y son aprovechados en estos tiempos electorales por distintos actores políticos.
«Muchas comunidades indígenas son vulnerables a los liderazgos políticos internos o externos, por eso suelen ser utilizados para justificar políticas asistencialistas que sólo los han llevado a perder su autonomía, entre ellas, la alimentaria pues, por ejemplo, para recibir un apoyo mensual, deben dejar sus tierras para asistir a infinidad de reuniones y actividades. Está plenamente documentado que los programas asistenciales no están siendo un remedio eficaz a los índices de pobreza y marginación que viven las comunidades”.
Así lo sentencia el abogado originario de la Mixteca oaxaqueña, quien concluye que los pueblos y comunidades indígenas “seguimos viviendo un colonialismo interno por parte del Estado y de la propia sociedad, aun cuando hemos tenido un aporte histórico y cultural esenciales en México y particularmente en Oaxaca”.
Muestra de este “neo colonialismo interior”, destaca, es la precaria participación de actores políticos tanto en los procesos electorales para puestos de representación popular, como en los nombramientos de servidores públicos de las administraciones estatal y federal.
«A pesar de que los ejércitos tanto de la guerra de Independencia como de la Revolución mexicana se nutrieron de indígenas, persiste ese colonialismo interior como país o como estado que trata al indígena como incapaz, desprovisto de capacidad, como menor de edad, salvaje y el principal violador de derechos humanos», expresa López Sarabia.
Y remata: “Y no es que a las comunidades les interese participar en los proceso electorales, porque muchas de ellas o en su mayoría, no se identifican con dicho sistema de elección, sin embargo, si se deben establecer mecanismos de representación en un Estado pluricultural”.