Aunque admitieron que no cuentan con datos sobre las afectaciones reales de las pérdidas económicas en Oaxaca empresarios y empresarias oaxaqueñas urgieron al gobierno federal implementar un programa de rescate económico para la entidad.
“Hoy por hoy no tenemos datos de cuáles han sido las afectaciones reales y de las pérdidas económicas por lo que es necesario y prioritario empezar a hacer los estudios para poder determinar la dimensión de las afectaciones”, dijo el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana(Coparmex) en Oaxaca, Benjamín Hernández Gutiérrez, acompañado de otros empresarios y líderes de la iniciativa privada.
Ante ello hicieron un llamado al gobierno federal y en particular al secretario de Gobernación que a la brevedad se establezca una reunión con el Secretario de Economía para hacer los acuerdos de la mecánica para poder definir los programas de rescate para Oaxaca.
“Nosotros tenemos que involucrarnos en el diseño del programa del rescate económico del estado de Oaxaca, no vamos a permitir que gente de fuera decida por nosotros que es lo que necesitamos, nosotros sabemos exactamente qué es lo que necesita Oaxaca porque somos los empresario y llevamos toda nuestra vida aquí invirtiendo y arriesgando nuestro patrimonio”, agregó.
Luego de resumir el encuentro que durante esta semana tuvieron con el secretario de Gobernación Osorio Chong, en la capital de la República el líder empresarial dijo que el mensaje de la Segob fue muy claro, “se tienen que generar las condiciones” él se comprometió a regresar la paz y el orden del estado de Oaxaca, agregó.
En tanto, el presidente de la asociación de Hoteles y Moteles de Oaxaca, Juan Carlos Rivera dijo que Osorio Chong garantizó que la fiesta de la Guelaguetza se va a realizar como cada año y se van a generar todas las condiciones necesarias para impedir que una minoría disidente ponga en riesgo esta festividad que lleva más de 80 años, incluso -agregó- se hizo la invitación para que éste encabece junto con el gobernador del estado, “la fiesta máxima de los oaxaqueños”, prevista para el 25 de julio y uno de agosto.