Elisa Ruiz Hernández
OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Cuenta Rogelio Henestrosa que de no haber salido de Ixhuatán para estudiar la carrera de profesor normalista sería, quizá, peluquero como su padre, o talabartero como su tío Apolinar, ya que eran los oficios que desde niño atraían su atención como un imán, escribe Velia Matus Manzo en el prólogo de “Águila bruja”, reciente obra del autor nacido en 1941 en San Francisco Ixhuatán.
Publicado a finales de 2016 bajo el sello Grañén Porrúa Grupo Editorial, “Águila bruja” es un compendio de 17 relatos que recrean la tradición oral huave-zapoteca, hilo conductor a lo largo de 125 páginas, con pinceladas de fantasía de su autor.
Algunos títulos de los relatos son: Viaje a Cachimbo, El Pocero, Huida precipitada, Gitana húngara, Taga’Na, Nabani, Un sueño profundo y Águila bruja.
Ésta es la tercera obra del profesor normalista que ha escrito además “Un pueblo real que parece imaginario” (2000) y “Mesa y sobremesa, conversaciones con Andrés Henestrosa” (2002).
La presentación de “Águila bruja” sucedió el pasado viernes 17 de febrero en el patio central de la Biblioteca Andrés Henestrosa, con la participación de Benfilio Ayuzo Ruiz, Michael Molina Matus, Velia Matus Manzo, Plinio Gutiérrez Delgado y el autor.
Luego de haber trabajado 34 años en el servicio público educativo, tanto en nivel secundaria como al frente de la dirección de la Escuela Normal Rural “Vanguardia” de Tamazulápam y como Subdirector Administrativo del Centro Regional de Educación Normal de la ciudad de Oaxaca de Juárez, Oax. (CRENO), Rogelio Henestrosa se ha dedicado a cultivar su pasión por las letras.
Las costumbres y la tradición oral de San Francisco Ixhuatán, y un poco de fantasía propia del narrador, han dado como resultado un libro ameno que acerca al lector al diario acontecer de un pueblo donde hechos de la vida cotidiana se convierten en sucesos extraordinarios gracias al manejo de la trama y el lenguaje de su compilador.
“Me sorprende cómo revive esas escenas, las presenta con aroma de flores y exquisito saber a frutos silvestres, y las expresa un castizo español salpicado con diamantitos de su idioma zapoteco, tal como lo cuenta en La Ninfa y Nabani”, destacó su paisana Velia Matus Manzo.
Si bien Rogelio Henestrosa no fue peluquero como su padre, sí vuelve al establecimiento y al oficio paterno para alimentar la imaginería del relato de hechizos que da título al libro, Águila bruja, uno de los más logrados del compendio de historias situadas en la geografía literaria llamada Ixhuatán.