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Bergemann, la mirada crítica en la fotografía de moda

Rocío Flores

OAXACA, Oax. “En los ojos de las mujeres engalanadas resplandece aún el alma, se trata siempre de la mujer íntegra, nunca solo una muñeca de vestir. De personalidad no de pose”.

La descripción corresponde a las imágenes de moda en la exposición de Sibylle Bergemann, considerada una de las fotógrafas más importantes de Alemania del siglo XX y se exponen en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, (MACO).

El retrato de la actriz Katharina Thalbach -de su primera serie de fotografías de moda que la hicieron famosa-  y la obra Marisa und Liane (1981), inauguran la muestra de más de 130 obras de la fotógrafa nacida en Berlín en 1941.

La mirada crítica de Bergemann captó imágenes alejadas del concepto de fotografía de moda de esa época.

En Marisa und Liane (1981) retrata a dos modelos de la Alemania del Este en un sillón de playa, en el Mar Báltico, la fotografía fue hecha para Sibylle, una revista de arte y cultura. La obra refleja la posición de la artista en la fotografía de moda.»La connotación es evidente se insiste en manifestar la individualidad», describe la ficha técnica.

Su visión fue objeto de una censura directa. Antes de la impresión  los editores decidieron modificar la comisura de los labios de una de las modelos hacia arriba, “porque una mujer socialista de ninguna manera podía verse infeliz como en esa foto”, explica Frieda von Wild,  la hija  de la artista.

[quote]“En general había una censura directa del Estado pero también una censura invisible que pasaba por la mente de los mismos artistas y fotógrafos, tenían presente las fronteras que existían, y sabían hasta donde podían, es una frontera invisible  que también se encuentra en México” dice von Wild que ha venido al estado a inaugurar la muestra.[/quote]

Sibylle Bergemann comenzó haciendo capturas de ventanas, creía que éstas revelaban mucho de la gente detrás de ellas. Su interés por la fotografía de moda inició cuando trabajaba como secretaria en una revista de arte  y cultura.

En sus piezas hay también registro de la Alemania dividida, un ejemplo son las instantáneas –en blanco y negro tomadas con su Polaroid- de la edificación del monumento a Marx y Engels en la parte socialista de Berlín o el célebre beso entre Leónidas Brezhnev y Heinrich Hönecker, una imagen que se volvió icónica y que fue pintada luego sobre el muro de Berlín.

Sus fotos están marcadas por la discusión crítica con la República Democrática Alemana, señalan sus críticos. Plasmó escenas en el Berlín de finales de los años 60; fue testigo de la desaparición de la RDA  en 1990, cuando se dio la reunificación alemana.

En esa época dejó el blanco y negro y comenzó a disparar en color. Años más tarde captó para la  revista de viajes Geo, imágenes de la naturaleza y de sus viajes a Nueva York, París, Tokio y São Paulo.

Geo  hizo una excepción  y consideró a la artista para  una serie de moda;  sus piezas tienen un registro muy particular, sus tonos siempre fueron matizados. Ironía, humor, y melancolía son características asociadas con su trabajo.

Bergemann murió en 2010. Algunas de las  imágenes de su multifacético trabajo, desde paisaje, retrato así como hasta ensayo y reportaje gráfico fueron traídas a Oaxaca por el Goethe-Institut Mexiko, con el apoyo del Instituto para las Relaciones Culturales Internacionales (ifa, por sus siglas en alemán), y por el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca en el marco de sus 25 años de existencia.

La exposición bajo la curaduría de su hija Frieda von Wild, fue inaugurada el pasado fin de semana y estará abierta al público hasta el 3 de julio de este año en el MACO como parte de las actividades del Año Dual Alemania-México 2016-2017.