Rocío Flores
OAXACA, Oax. En un contexto donde la saturación de textos por internet pone en aprietos a la literatura y a los libros impresos, Bernardo Esquinca persiste en su apuesta por la weird fiction o la “ficción de lo extraño”.
Aunque reconoce en la actualidad los libros tienen muchas cosas en contra, como las tabletas, los celulares, los ipads, el precio mismo de los libros y muchas distracciones que “conspiran” contra él, considera que justo en este escenario, la literatura es un antídoto.
La literatura nos puede ayudar a evadirnos de esa realidad de una computadora que nos ofrece todos los estímulos a la mano, dice el escritor, a quien el narrador y critíco Iván Farías calificó como temerario, porque además, apuesta a la literatura de terror en un país donde este género parece menospreciado.
“Hoy más que nunca necesitamos de la literatura porque nos puede salvar de esta vorágine, de esta saturación de realidades que ofrece la Internet, te permite hacer una pausa y tener un punto de reflexión sobre el mundo que te rodea, además la literatura de terror pueden ayudar en este rescate”, precisa Esquinca, quien visita la ciudad de Oaxaca con motivo de la presentación de su libro La octava plaga.
La Octava plaga, un libro editado por Almadía, en donde aborda relatos que se distinguen por sus rasgos de la literatura fantástica y del terror.
Las historias de La octava plaga parten de una cotidianeidad, de un mundo real que trastoca con la fantasía.
En entrevista, el escritor tapatío relata que para construir a Casasola, su personaje central, un reportero de Cultura que luego pasa a la nota roja, trató de recuperar muchas referencias de libros, de series, sin que entorpecieran la trama.
“Son guiños que le hago al lector sobre las cosas que me han influido”, dice el escritor. Aunque también es el origen de Casasola. Bernardo Esquinca fue reportero de cultura antes que dedicara su esfuerzo a la literatura.
“Casasola es alguien que está frustado y está lanzando sus dardos envenenados también para hacer ajustes con el mundo periodístico, el literario, el de los artistas…” confiesa el escritor e inmediatamente reconoce que fue divertido construir este personaje.
La octava plaga fue editado en 2011, en una editorial de cuyo nombre Esquinca no quiso acordarse. “No apostó por el libro”, lamenta el escritor mexicano, inscrito en el subgénero weird fiction.
La octava plaga es parte de una saga compuesta por otros dos títulos: Toda la sangre y Carne de Ataud.
“Él ha logrado ganarse a la crítica y al mismo tiempo tener un grueso grupo de seguidores fieles», dijo el mismo Iván Farías en su momento.
Almadía Ediciones editó primero estas dos últimas partes de la saga y ahora de “manera natural”, y por el interés de sus seguidores, rescata La Octava Plaga, con el diseño de Alejandro Magallanes.
Hay una cuarta parte, adelanta el escritor, pero por lo pronto, ésta que en realidad es la primera de la saga, será presentada este viernes a las seis de la tarde en la librería La Venturosa, en la capital del estado.