Rocío Flores/Foto: José Velasco
Anoche tembló nuevamente en Ixtaltepec y el miedo volvió a morder. Después del jueves, han ocurrido más de 900 réplicas y el temor persiste. Muchas familias perdieron todo: cuartos, muros y casas completas, nuevas y viejas, unas más pobres que otras: parejo se vinieron abajo.
—Mi pueblo está destruido. Aunque para todo el mundo solo es Juchitán, la gente no tiene dónde dormir, ni qué comer, y además, les están robando lo poco que les quedó, es terrible.
Carmen cuenta que llegó de la Ciudad de México a su pueblo natal justo el día del temblor que sacudió a Oaxaca y que, hasta hoy, ha cobrado la vida de 71 personas. Ese jueves, durante el día convivió con su hija de 10 meses y por la noche solo pensó en cubrirla.
—Cuando empezó el temblor la abracé. Mi nena no se dio cuenta, solo se despertó cuando la levanté de la cama; no lloró, pero no podíamos salir de la casa, el movimiento nos regresaba. Yo sólo quería que ya terminara. Anoche llovió. Todo es tremendo, la gente duerme en las calles, en catres, tiene que cuidar lo que lograron rescatar; los muertos ni un velorio digno tuvieron, porque no había servicios. Apenas anoche llegó el agua, la luz y la señal de teléfono.
El puente principal de su pueblo, con rumbo a Ixtepec, otra comunidad istmeña, está destruido, las casas de sus vecinos, la iglesia, el mercado, la Casa de la Cultura de ese pueblo y las cinco escuelas también quedaron devastadas.
—Ayer vino Murat, el gobernador del estado, a caminar. Le reclamaron, porque es obvio que lo está politizando todo, parece que la desgracia les cayó como anillo al dedo. Para ellos es como si solo hubiera temblado en Juchitán. Acabo de ir al centro a buscar fruta para mi nena, no había ido de ese lado. Qué triste es ver que tu pueblo ya no está como estaba.
Hasta hoy las cifras en Ixtaltepec no son exactas, el gobierno estatal solo dice que la cifra global es de 71 muertos. Como no había luz, tampoco tortillas, las tiendas estaban cerradas. Hay escasez de alimentos, hay un solo lugar para consultas gratis. El palacio municipal también está dañado.
— Y el presidente municipal ni siquiera sale a perifonear y a informar que está haciendo, parece que para él no pasó nada. Ayer en la zona de panaderos le reclamaron. “¡Nosotros votamos por ti, por ustedes!”, le gritó una mujer al edil Oscar Toral y al gobernador del estado.
Del Plan DNIII del Ejército dice que ni siquiera está enterada; no ha visto a ningún soldado en el pueblo brindando atención a las familias damnificadas,
—Parece que eso quieren: que desaparezcamos los istmeños… porque Peña Nieto no podía entrar ni a Juchitán y solo así, con el temblor, pudo llegar. No deja de temblar y ahora, para colmo, está lloviendo. La casa morada era de dos niveles y mira cómo se vino para abajo.
Mientras habla, Carmen muestra las fotos que tomó con su celular esta mañana cuando fue al centro.
—Es terrible. Duele nada más de pasar y ver cómo quedó todo mi pueblito; Ixtepec, Santiago Astata, San Mateo del Mar, todos fueron afectados, 16 agencias de Ixtaltepec están incomunicadas, no tienen agua, ni nada que comer, pero todo el mundo solo está hablando que Juchitán quedó devastado.