Una treintena de organizaciones y colectivos presentaron este martes en la Ciudad de México un proyecto integral para la reconstrucción de Hidalgo denominado Reconstruyendo Gubiña tiene la finalidad de apoyar a la comunidad a partir de las necesidades y el contexto cultural de los pobladores.
Conformado por la Red de Solidaridad Binni Gubiña, en alianza con Hábitat para la Humanidad, México A.C., estudiantes y profesores de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Infra Rural y organizaciones sociales, el proyecto contempla dos fases de construcción.
La primera iniciará mañana 15 de noviembre y consiste en dar una asesoría directa a la gente que ha recibido los 120 mil pesos, en esta etapa se plantea construir 75 casas. La segunda consistirá en elaborar un proyecto de análisis de costos, para solicitar recursos de organizaciones nacionales e internacionales.
La iniciativa surge a más de dos meses del sismo de 8.2 grados que sacudió a distintos estados del país y comunidades de Oaxaca, dentro de las cuales se encuentra el pueblo de Unión Hidalgo, ubicado en el Istmo de Tehuantepec.
Según miembros de la Red, a pesar de la ayuda de la sociedad civil que ha llegado a la zona, las condiciones distan de ofrecer tranquilidad a los habitantes.
“Primero fue el temblor, después las lluvias y ahora los vientos que se presentan de octubre a marzo; recordemos que esta región genera las más fuertes ráfagas de viento a nivel mundial, por eso las empresas extranjeras tienen interés por este recurso para proyectos eólicos”: Alberto Juan Castillo, sociólogo egresado de la UNAM y miembro de la Red de Solidaridad Binni Gubiña .
Juan Castillo, originario de esa comunidad, recuerda que por las lluvias, la gente no podía acceder a pescar, el uso del comixcal (olla de barro) que es única en la región y vital en la economía local, se pausó por la destrucción de las cocinas de los hogares, las totoperas también se vieron afectadas.
“El barrio de los palmeros, que se encargan de elaborar canastas, abanicos, cestos y cuerdas, a base del trabajo de esta planta, también está en una condición crítica”, asegura Juan Castillo, conocido en el pueblo como Machá.
Los integrantes de esta iniciativa consideran que existe una fuente de ingresos “raquítica”, aunado a esto, la interdependencia económica que hay entre las distintas localidades de Istmo es otro factor que dificulta la recuperación de la economía regional.
Un ejemplo, explica Macha´, es la afectación de los hornos de comixcal, que realizan artesanos de la comunidad aledaña de Ixtaltepec, pero que se utilizan en varios poblados de la zona.
En este contexto, la iniciativa considera que un eje fundamental es impulsar la economía. Alfredo Bravo Olívares, economista y profesor de la UNAM, explica que se pretende elaborar un plan de desarrollo para la zona, a partir de las necesidades mismas de los pobladores.
“La idea es conseguir recursos de diferentes fondos del gobierno estatal y federal, por medio de cooperativas para poder financiar proyectos que se vinculen entre sí y que sirvan para reactivar la economía de la región que está muy dañada”, expusieron.’
La dinámica para desarrollar el proyecto de reconstrucción integral, es el Guendaliza´a, vocablo zapoteco que hace alusión al tequio, la hermandad, entre los pobladores y voluntarios.
También planean dar asesorías técnicas a los albañiles locales “lo cual no quiere decir que dejen de construir sus asentamientos tradicionales, sino por el contrario fortalecer sus técnicas”, asegura el sociólogo Castillo.
A pesar de que el proyecto está contemplado a largo plazo, ya que 80% (7 mil 800 casas aproximadamente) de las edificaciones tienen daños totales y parciales, según datos oficiales, los miembros de esta iniciativa, contemplan que el progreso dependerá de la planificación, pero de igual forma de la participación solidaria de pobladores y voluntarios.
Con información de Jorge González y Eric Gil