Lisbeth Mejía Reyes
OAXACA, Oax. El 1 de enero de 2017, en el estado de Oaxaca asumían sus cargos como presidentas municipales 59 mujeres, 21 por sistemas normativos internos y 38 por partidos políticos. La cifra muestra un aumento, si se compara con el año 2013, cuando el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) contaba a 16 mujeres al frente de alguna administración municipal. Pese a ese avance, y otros a nivel federal, la participación política de la mujer mantiene aún una brecha significativa en comparación con los hombres, señala Esther Araceli Pinelo López, fiscal especializada en delitos electorales.
“A la mujer se le ha visto participación, pero en la vida privada”, aclara la especialista sobre la dificultad que encuentran muchas mujeres cuando quieren tener cargos de representación popular.
A nivel nacional –detalla Pinelo López- más de 36.7 por ciento de la Cámara de Senadores lo conforman mujeres y en la Cámara de Diputados la participación es de 42.6 por ciento. En el estado de Oaxaca, la legislatura local tiene a un 42.8 por ciento de mujeres. Aunque estas cifras parecen alentadoras, la fiscal considera que el avance ha sido acompañado por violencia.
[quote]“Lo más complicado ahora es ejercer los cargos, a través de este respeto de los hombres hacia las mujeres. Tenemos marcados municipios en donde el ámbito de violencia política que se ha sufrido es bastante elevado”.[/quote]
Si bien en la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales señala todos los actos que son de violencia política hacia las mujeres, en materia penal, no hay una sanción específica en materia penal que podamos establecer, explica la especialista.
Bárbara García Chávez, regidora de Igualdad de Género y Derechos Humanos de Oaxaca de Juárez, recuerda que tras las últimas elecciones municipales muchos presidentes presumen el aumento de mujeres en sus administraciones y dicen que sus gobiernos son inclusivos. Pero esto, dice, no se debe a la voluntad por incluir a las mujeres en las administraciones, es “porque así se los impone la ley”.
La paridad en esa participación no es el único requisito para decir que las mujeres han avanzado en la participación política, refiere, pues lo que ideal es que estas estén en condiciones de igualdad por designación y en puestos de decisión.
[quote]“Seguimos sin una paridad en los gobiernos municipales, sin una paridad en los mejores espacios de los gobiernos municipales, seguimos en una no paridad en los gobiernos municipales de las capitales de los estados. Es decir, las grandes ciudades siguen siendo gobernadas por hombres, y aún no encontramos un porcentaje significativo de mujeres en los altos cargos de la administración municipal que verdaderamente tomen decisiones”.[/quote]
Como integrante de una administración municipal, Bárbara percibe que es una falacia decir que existe el empoderamiento en el ámbito local, ya que “precisamente los gobiernos o los representantes de los gobiernos son quienes cierran más las filas en función del propio poder patriarcal”.
En estas circunstancias, la fiscal y la regidora notan varios desafíos. Uno de ellos es conseguir el respeto de la igualdad de género, a fin de que las mujeres tengan la libertad de ejercicio de cargo y donde se inhiba la violencia hacia ellas. Otro es reconocer que la violencia contra las mujeres en ningún sentido es natural.
Asimismo, consideraron necesario tener una representación real cuando otras mujeres lleguen a cargos de elección popular.
“Las mujeres debemos tener la seguridad de vernos representadas desde los cargos públicos que alcanzan las propias mujeres y para eso se requiere que estas estén suficientemente capacitadas y convencidas de impulsar la agenda de género, de que ellas abran las puertas a otras mujeres para alcanzar la igualdad en espacios de decisión, de condición laboral y de trato de respeto”, explica Bárbara García.