Rocío Flores
OAXACA, Oax. El uso de popotes de plástico han afectado por décadas el medio ambiente, es una basura no biodegradable a corto plazo, por ello su producción y distribución debe ser controlada. Con esta premisa el gobierno capitalino aprobó un punto de acuerdo para crear un programa que oriente a la conciencia en la población sobre los daños de su uso.
El punto de acuerdo indica que se deberá informar y conciliar con el sector empresarial de los alimentos y bebidas, así como de salas cinematográficas y a los prestadores de servicio que por su actividad comercial utilicen popotes, para que se desincentive el uso de popotes en este tipo de establecimientos.
La propuesta de la Regiduría de Ecología y Grupos Vulnerable, a cargo de María Elena Martínez Arnaud instruye a la Dirección General de Desarrollo Urbano, Centro Histórico y Ecología, así como a la Dirección General de Economía para que en el ámbito de su competencia se lleven a cabo estas acciones.
De acuerdo con la concejal, María Elena Martínez Arnaud, estos implementos tienen un fuerte impacto en el ambiente ya que tienen un periodo de vida útil muy corto y tardan de 100 a 500 años en desintegrarse.
Además, si son arrojados a la basura pueden llegar a ríos, lagos y mares con lo que se afecta gravemente los ecosistemas y las especies.
A nivel nacional ya han surgido diversas iniciativas tendientes a desincentivar el uso de los popotes de plástico, apenas el pasado 17 de abril el pleno de la Cámara de Diputados federal aprobó reformas a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, a fin de disminuir el uso de las pajillas o popotes en establecimientos de alimentos y bebidas.
El artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece como garantía constitucional que toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar.