Rocío Flores
OAXACA, Oax. En la naturaleza humana hay instintos y comportamientos que nos definen. La ira es uno de ellos. «Y es de los más reprimidos”, apunta el artista oaxaqueño Luis Rodríguez aliasTeack.
Exponente del graffiti, promotor del muralismo y las artes plásticas, Rodríguez considera que como sociedad moderna hemos mal entendido la ira: “va más allá, es un instinto de supervivencia, de defensa, también puede ser en un elemento positivo si es responsable de llevar al individuo hacia una búsqueda, al autoconocimiento”.
Teack formó parte de colectivos que promovieron la gráfica contestataria en 2006, el año en el que la ira popular estalla en Oaxaca. En 2012 fue invitado a la Stroke Urban Art Fair (Feria de Arte Urbano) en la ciudad de Berlín. Luego en 2013 se traslada a vivir a la ciudad de Tijuana en el norte del país, de donde retornó hace un año.
Actualmente radica en la capital del estado de Oaxaca, donde promueve La sociedad de la ira, una muestra pictórica que retrata la individualidad, la soledad y la apatía de la sociedad moderna.
La obra se diseñó para ser exhibida en tres etapas: la primera en una exposición individual en galería, luego a manera de mural en un museo y finalmente, para regresar al origen del artista urbano, saldrá a la calle.
Las piezas nacen de la observación del artista al desarrollo de los sentimientos e instintos del ser humano y la sociedad moderna, aislada a pesar de la tecnología de la que se hace alarde.
“Presumimos nuestros avances, pero estamos perdiendo esa naturaleza, ese instinto natural que nos ha mantenido vivos, y nos identifica como humanos. Confundimos la tecnología con entretenimiento y confundimos también la manera en que pretendemos desarrollarnos como seres humanos. Queremos llegar a un lugar y estar encima de los otros para poder sobresalir”, critica.
La sociedad de la ira es eso, es el jaloneo continuo entre humanos, entre comunidades, entre tener el poder y la fuerza, para demostrar que somos el o la mejor.
Animales dobles, figuras híbridas, deformes, reptiles ynahuales figuran en la obra del oaxaqueño. Sus personajes son anónimos, ocultan con máscaras su fortaleza, los miedos y las debilidades; al mismo tiempo se protegen de las normas que reprimen los comportamientos. “Se ocultan de esa humanidad que los persiguen por su libre albedrío”, explica el artista.
Con 22 años de trayectoria, Teack se atreve a compartir una representación multifacética sobre los sentimientos de los seres humanos. Dice que todos somos diferentes, pero tenemos en común los instintos.
[quote]“Todos llevamos el pecado de la ira y de ahí se desencadena lo demás, pero las normas y reglas nos controlan”.[/quote]
¿Por qué hay nahuales en tu obra?
Los nahuales son los intermediarios en esa comunicación que existe entre lo material y lo espiritual, son parte de un sistema de creencias para el auto reconocimiento del ser humano que necesita espiritualidad, pero no la logra alcanzarla por esa ira, por esa fuerza que no sacamos, sino que contenemos.
¿Debe liberarse esa fuerza?
Creo que sí debe liberarse y no necesariamente de una manera violenta, podemos pintar, expresarnos en el arte.
Regresando a los nahuales… ¿Cuál es su importancia en tu propuesta?
Han estado presentes en muchas culturas, son animales hombres, o animales dobles como les llaman los huaves, pero hay otras que hacen referencia a ellos, bajo esta creencia de que solamente así podemos alcanzar el equilibrio entre la naturaleza y el ser humano.