El Premio Nacional en Ciencias Sociales y Filosofía reflexiona desde Oaxaca sobre el México actual
Hay otra manera de pensar el mundo. Salomón Nahmad y Sittón, Premio Nacional en Historia, Ciencias Sociales y Filosofía 2018, considera que esa otra posibilidad es buscar la unidad dentro de la diversidad.
Nahmad y Sittón es especialista en estudios de Pueblos Indígenas, Diversidad Étnica y Multiculturalismo. A unos días de un nuevo gobierno en México, plantea un panorama general sobre la posibilidad de ir reconstruyéndonos como sociedad.
El investigador, integrante de la Academia Mexicana de la Investigación Científica considera que hemos perdido el tiempo tratando de homogenizar lo que no se va a homogenizar, en vez de sacar provecho para construir una nación múltiple.
Antes de exponer su reflexión sobre el momento que vivimos como país y la situación de los pueblos indígenas en este contexto, propone una breve retrospectiva.
Recuerda que cuando se creó la Nación, los excluyeron, es decir, nunca se pensó en estos pueblos. “Los de la Independencia estaban pensando en Europa todo el tiempo, no estaban pensando en México, o lo que sería México, era la Nueva España”, destaca.
Ahora, observa como posibilidad para encontrar la paz en México, incluir la diversidad étnica del país, la originaria y la nueva. El Maestro en Antropología por la UNAM explica que las nuevas etnias son los grupos de migrantes. Cita como ejemplo a quienes vinieron de Rusia y se establecieron en Baja California, a los menonitas que viven en Chihuahua y a la comunidad de inmigrantes de Italia, en Chipilo, Puebla.
«Ellos siguen hablando su lengua originaria ─no el ruso o italiano, sino la lengua de su región─ y no se les toma en cuenta. Siguen pensando que son un grupo étnico y hay que incluirlos. Tenemos que ir reconstruyendo (nos) lentamente”, declara.
De Oaxaca señala el problema de la división y la dispersión. Dice que hay dos millones de zapotecos, entre los que hablan y no hablan el idioma. La comunidad de Yalalag, por ejemplo tiene migrantes en la Ciudad de México, en Los Ángeles en Texas. Todos forman parte del tejido social mexicano.
También, recuerda que en Oaxaca la población afrodescendiente no se siente indígena, pero tampoco mestiza, entonces cuestiona, qué nos cuesta dignificar esa pertenencia.
Por lo anterior, plantea como una tarea fundamental reconocer esa diversidad y aplicar políticas públicas para fortalecerla y no para destruirla. “El siglo XXI va a ser eso”, sentencia.
Salomón Nahmad y Sittón mira nuevamente hacia atrás, y nos ubica en España: “el reino de España intentó disolver la diversidad étnica y ahora resulta que en este siglo XXI son más radicales y quieren la independencia de los catalanes, en vez que desde el principio los catalanes hubieran tenido su propia organización”.
En México ─abunda─ estamos viendo a Adelfo Regino Montes, de Santa María Alotepec Mixe, asumir el instituto nacional de la diversidad social mexicana y los mixes en 1935, lucharon por la creación del Distrito Mixe, que no lo tienen ningún otro Distrito del estado.
“Oaxaca es un gran laboratorio de la diversidad en el mundo. Para los antropólogos este es el paraíso, y no es porque tengan ordenes de ser diferentes, sino que genéticamente es así, están acostumbrados a vivir la diversidad”.
Entonces, concluye, podemos ver claramente las percepciones de la gente, se siente diferente. Cruzas una frontera cultural, y la sientes cuando la gente habla otro idioma, come de otra manera, las señoras se ponen huipiles de otra manera, y es una riqueza de la humanidad.
Se le cuestiona entonces al investigador sobre los obstáculos para integrar la diversidad y buscar la paz en esta sociedad contemporánea. Nahmad reitera, hay que buscar la unidad dentro de la diversidad.
“Los mixes no son homogéneos entre ellos, cada pueblo tiene su huipil, hay variantes idiomáticas. Igual lo zapotecos, en el Istmo, y es una rivalidad terrible, Tehuantepec tiene un estilo, Juchitán tienen otro, Ixtepec otro. La humanidad ha funcionado así».
La propuesta del Premio Nacional en Historia, Ciencias Sociales y Filosofía 2018 es vivir la diversidad, no pensar en imaginarios que no podemos construir. “La diversidad es el motor de la humanidad, es otra manera de pensar el mundo y para que haya paz en el mundo tienen que estar incluidos todos. No tenemos porqué excluir a nadie, no tenemos porque construimos una sociedad homogénea, ni la sociedad moderna es así, es al contrario”.
Salomón Nahmad y Sittón accedió amablemente a esta charla-entrevista el fin de semana pasado, después de concluir el Foro de Consulta a los Pueblos indígenas sobre la iniciativa de Ley que creará el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) en México.
2 Comentario
FranciscoAyalaGuip
Gracias Salomon.mi gran maestro.Si efectivamente los indigenas.los verdaderos dueños de los pueblos originarios han sido los olvidados y son ellos los que han aportado toda la riqueza nacional con su trabrajo.porque no hay nada que genere mas valor que el trabajo. Espero que algun dia.se regresen los valores de los centros coordinadores del I.N.I. Instituto nacional indigista.y la SEP.con las lenguas indigenas
William Partridge
Magnifico Salomon. Un gran ponencia.
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