Por Rocío Flores
La historia del grabado japonés es única y particular. De acuerdo con la Fundación Japón en México, muchos artistas, principalmente pintores, utilizaron este medio en la década de los 70 para expandir su rango de expresión en el arte contemporáneo logrando piezas relevantes en el mundo del arte.
A diferencia de Europa, donde los grabadores también hacen escultura o pintura, en Japón, los grabadores se especializaban en esta técnica. Incluso el movimiento artístico Sōsaku-hanga de principios del siglo XX, destacó al artista como el único creador motivado por un deseo de autoexpresión. Los artistas, tallaban y realizaban todo el proceso de impresión por ellos mismos.
Sin embargo a partir de los años 50, algunos pintores comenzaron a hacer grabados como una variación a su medio de expresión. Al principio fue más experimental, pero el trabajo de estos artistas se fue expandiendo hasta la década de los 70, cuando se dio de manera más libre, según cuenta el subdirector de la Fundación Japón en México, Shuhei Yoshimura.
Una muestra de lo anterior se exhibe en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO) bajo el título de Variación y Autonomía y busca animar a los espectadores a reconsiderar la historia del grabado japonés contemporáneo.
En este espacio museístico, ubicado en el centro de la ciudad, se pueden observar 42 piezas de 10 artistas, entre ellos Masanari Murai, uno de los pioneros del arte abstracto en Japón.
Variación y Autonomía exhibe el arte de Yayoi Kusama, Tomoharu Murakami, Masanari Murai, Toshinobu Onosato, Yasukazu Tabuchi, Natsuyuki Nakanishi, Hitoshi, Nakazato, Naoyoshi Hikosaka, Kosai Hori y Toeko Tatsuno, seleccionadas por Kyoji Takizawa, curador del Museo de Artes Gráficas de la Ciudad de Machida– Tokyo.
En lugar de centrarse en los grabadores reconocidos o especialistas. o que se consideran determinantes en la historia de los grabados japoneses contemporáneos, la exposición trata sobre las obras de pintores que inspiraron las tendencias del arte contemporáneo, proponiendo así un replanteamiento de la historia.
Igual que en Japón, en Oaxaca los artistas jóvenes utilizaron esta técnica para plasmar sus cosmovisiones y ampliaron sus expresiones artísticas a través del grabado; en esta misma década (1974) se dio la separación del Taller de Gráfica de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito de Juárez de Oaxaca.
Por ello, ver la muestra de estos peintre graveurs (pintores grabadores) permite una comprensión genuina del grabado contemporáneo en Japón y al mismo tiempo abre la posibilidad de reflexionar sobre el que se realiza en Oaxaca en la actualidad, sugiere el MACO.
La exposición es itinerante, desde su creación en 2006, se ha expuesto en más de 12 ciudades del continente americano, en recintos como el Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina, el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá, la Fundación Texo para el Arte Contemporáneo en Paraguay, entre otros.
En Oaxaca permanecerá hasta el 15 de septiembre de 2019, de miércoles a domingo de 10:30 a 20:00 horas.