El legado del artista oaxaqueño Francisco Toledo (1940-2019) va más allá de los recintos culturales que pudo aportar a Oaxaca. El gran trabajo que hizo 一 coinciden artistas 一 fue adaptarse a los cambios que han habido en el mundo, sin perder la identidad de un pueblo.
“Aunque el maestro actuaba de manera local, pensaba universalmente”, considera el artista Luis Serrano, de origen ecuatoriano, nacionalizado estadounidense.
Dan McCleary coincide, él es un artista estadounidense, fundador y director ejecutivo de una escuela de arte en la que buscó recuperar la esencia del pintor oaxaqueño al retomar la forma de cómo ayudar a una comunidad, esa labor fue el ejemplo y fuente de inspiración para el proyecto que desarrolla en Art Division, en Los Ángeles, California.
McCleary nunca convivió de manera cercana a Francisco Toledo, pero conoció su labor por el vínculo que estableció con el movimiento artístico de Oaxaca durante más de 20 años que trabajó en talleres de grabado y de textiles en el estado. De esa manera pudo percatarse de lo que el pintor de origen zapoteco hacía para toda la comunidad oaxaqueña y los artistas del estado.
“Eso me marcó profundamente. Toledo no era solo un artista, sino un gran activista. Su trabajo en la cultura, el IAGO, el Casa y otras de las instituciones que creó fueron muy importantes y determinantes. Fue un ejemplo y una inspiración para mí”, contó en entrevista.
En el trabajo de Toledo: sus impresiones de una tierna edad, la influencia de la familia, la influencia de los mitos zapotecas y de los pueblos indígenas, es parte de la base en Art Division, aunque no necesariamente significa que se va a replicar, es su enfoque lo que se trata de rescatar.
Ese es el ejemplo que se puede reproducir una, dos o infinitamente en diferentes partes. Ese ser de actuar local, apunta Luis Serrano, también maestro de Dibujo en Art Division.
“Ahí tienen lo que utilizamos nosotros. Aquí hay una sociedad más pluralista, por eso tratamos de inculcar a los estudiantes que miren adentro, que recuperen su origen para encontrar su voz. El maestro Toledo salió, fue a Europa, pero no se volvió europeo, tampoco negó la importancia de la historia de ese continente, sino que trajo su conocimiento para poder desarrollarse como artista a nivel universal”
Toledo fue un puente fundamental para el intercambio de conocimientos en el arte. En su persona y sus instituciones, no hay separación, considera Serrano, contrario a lo que sucede en países desarrollados, en los que se pierde la identidad cuando todo se trabaja a partir de especialidades, en el pintor de origen juchiteco hubo integridad porque “no era solo artista, no era solo padre, sino maestro, era todo”.
Art Division, un vínculo viviente al legado de Toledo
Fueron esas premisas que se lograron recuperar en Art Division, la escuela es no lucrativa, los fondos los recauda Dan McCleary por su buena voluntad, está ubicada en el centro de los Ángeles California, fue creada hace 10 años por Dan Mc Cleary y representa un vínculo viviente al legado que deja el maestro Francisco Toledo.
La primera inspiración fue el IAGO, especialmente la biblioteca, recuerda Dan, y aunque no es un duplicado o copia del proyecto 一reiteran一 en Art Division, la biblioteca es el corazón de la institución y el libro es la manera de difundir el conocimiento, que luego se va aumentando en los talleres, de la misma manera como lo hacen en el Centro de las Artes San Agustín (Casa), el primer centro de arte ecológico en Latinoamérica, creado por el mismo Toledo.
Dan McCleary era maestro en una secundaria pública en Los Ángeles y poco a poco se dio cuenta que los jóvenes para ingresar al mundo laboral o social no tenían apoyo y si eran indocumentados no podían seguir su educación a nivel de universidad, tanto por la política migratoria, por documentos o por la cuestión financiera, entonces él, en compañía de tres estudiantes empezaron esta escuela y así fueron creciendo.
Hoy después de diez años, uno de los estudiantes que inició el proyecto con Dan es el maestro del taller de grabado. La institución tiene un promedio de cien estudiantes registrados que van tomando de manera alterna alguna de las ofertas de talleres.
La escuela atrae a una población que generalmente no es atendida, el requisito es querer aprender, el lema es decir sí a todas las ideas positivas, y buscar cómo contribuir con la comunidad y en lo social.
El espíritu de Oaxaca por el mundo
“No hay nadie cómo Toledo, no hay nadie que pueda llenar ese vacío, pero definitivamente la gente puede seguir con sus enseñanzas y la tradición que él promovió. Será muy interesante ver si se puede hacer, dado que tuvo mucho poder, ver si las cosas van a ir cambiando, o hay un cambio de mentalidad”, expone Dagmar Brown, colaboradora en Art Division, quien creció en Oaxaca y pudo observar que un movimiento fuerte en el arte, más o menos entre 1993 y 2006.
De nuestro lado 一agrega一 es seguir haciendo lo que estamos haciendo como un homenaje a todo lo que él hizo y seguir las enseñanzas y ojalá se vean reflejadas en Oaxaca sus ideas y sus pensamientos.
La gente tenía que saber que Toledo no iba a vivir para siempre, hay quienes se prepararon para seguir con lo que estaban haciendo 一 continúa Dagmar一 pero van a ser extraño no tener a una sola persona, porque a Toledo mucha gente lo está representando como el espíritu de Oaxaca por todo el mundo, representaba todo lo que estaba ahí, ojalá que puedan seguir su legado y avanzar, debemos recordar de dónde venimos y no dejar que influencias extranjeras terminen con lo que somos realmente, no solo en Oaxaca, hay otras ciudades que podrían beneficiarse mucho de ese pensamiento, pero el tiempo nos dirá.
Por lo pronto, el colectivo de profesores esta escuela está promoviendo el intercambio entre estudiantes y profesores de Oaxaca y LA; entre los primeros alumnos de Oaxaca está una joven de origen zapoteca, Sandra Maldonado, y entre los profesores, los artistas Fernando Sandoval, Alejandro Flores, Inés Lara, Jesús Cuevas, Demian Flores y Diego Rodarte.