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Sobreposición y culto en Oaxaca

Rocío Flores OAXACA, Oax. La Galería Cuatro Siete inauguró la muestra colectiva Sobreposición y Culto, proyecto que cuenta con la participación de los artistas oaxaqueños Walfred Rodríguez, Rolando Martínez y Javier Santos. Sobreposición y culto es como un estruendo visual en un primer contacto, las formas abstractas, iconografías, serpientes, venados y símbolos religiosos, se entremezclan con objetos comunes y fragmentos de paisajes. Y lo humano en esta complejidad. “Todo se fusiona con todo”, aunque sean aparentemente dísimiles, incluso aquellos objetos prehispánicos que aparecen como instantáneas de una memoria popular y sus mitos. Son reminiscencias sacadas de un archivo que acumula cada ser humano en su transición por la vida y la historia”, reseña Susanne Brass en el texto de sala. Walfred Rodríguez, originario de Sola de Vega en la Sierra Sur, recrea en sus 18 piezas, en diferentes formatos, el imaginario de su infancia; integra en el color y las líneas mitos, y relatos personales para buscar el dinamismo en el arte. “Me interesa mucho divagar en los recuerdos y plasmarlos en pintura, más allá de la naturaleza, busco recrear esos entes imaginarios del bosque”, expuso Rodríguez en entrevista. Rolando Martínez, por su parte, expone un conjunto de piezas que evidencian la transformación constante, al pasar de lo figurativo a lo abstracto. “En esta ocasión el camino me llevó a lo abstracto, pero también toda la carga de contenido que va mutando, hay patrones geométricos, símbolos religiosos, imágenes políticas…”. La obra tiene una carga política, admite Rolando en entrevista. En sus cuadros se encuentran representaciones de personajes políticos como el Papa, el ex presidente Enrique Peña Nieto y hay una connotación de los tiempos que vive, “es como una radiografía donde se muestra esa carga violenta que hemos vivido en el país”. Interior Rolando Martínez establece una relación entre la Iglesia, la prostitución y cuerpos afectados por la violencia, aunque también hay un marco barroco dentro de su obra que, dice, son muestra de su gusto por lo obscuro. Brass, catedrática universitaria y diseñadora gráfica, alemana, con 18 años viviendo en Oaxaca, considera que, en el fondo, aunque como espectadores quizá tardemos un momento en notarlo, existe un vínculo entre los tres artistas y este es el equilibro que se recupera en cada pieza. Algunos elementos parecen calmantes en estos universos pictóricos, que no buscan complacernos; su armonía, dice, se da apenas en último instante. ¿Será que los tres artistas están formando una sola obra que nos invita a reflexionar sobre la idea de que no somos víctimas de nuestros propios mundos confusos, que las culturas híbridas de las cuales todos formamos parte no nos asfixian, sino que en su complejidad reside precisamente su riqueza? cuestiona Susanne Brass. La exhibición pictórica se exhibe desde el fin de semana en Galería Cuatro Siete, ubicada en la calle de Reforma 407 en el centro de la capital.