Exalumnas del Centro de Educación Artística (Cedart) Miguel Cabrera denunciaron durante un foro de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), acoso y complicidad de las autoridades de dicha institución frente a los casos de abuso sexual reportados por las estudiantes.
En el foro se discutían temas como las desigualdades laborales y de género en el campo cultural, y cómo pensar en estrategias de resistencia y acción, era moderado por Wagive Jiménez Turcott, coordinadora académica del Cedart, cuando tomaron la palabra las jóvenes para evidenciar que en Oaxaca, las escuelas de arte tampoco han sido espacios libre de violencia de género.
“Nosotras tenemos algo muy fuerte que decir y quisiéramos hacerlo a manera de pregunta”, comentó una de las estudiantes ubicada dentro del público, quien pidió tener respuesta en ese momento.
“¿Cómo desarrollamos el arte cuando en las instituciones educativas encubren a agresores sexuales?, ¿cómo generamos representación y tomamos la voz cuando al intentarlo las violencias hacia nosotras quedan impunes?, ¿cómo generamos herramientas colectivas si al intentar unirnos se nos criminaliza, se nos hostiga y condiciona?”, expuso en medio de la charla.
La joven, de la cual se omite su nombre por respeto a su privacidad, dijo que varias estudiantes están indignadas y enojadas porque la mujer que dirigía la mesa, Wagive Jiménez Turcott, ha encubierto de muchas maneras a un profesor agresor identificado como Ricardo R. denunciado en múltiples ocasiones al interior de ese espacio escolar.
El caso ya había sido evidenciado públicamente a partir de las primeras denuncias del movimiento #MeToo en la capital del país, posteriormente animaron las denuncias en este estado en el mes de mayo de este año.
En esa ocasión, a través de una carta pública en redes sociales, una veintena de alumnas y ex alumnas denunciaron haber sido víctimas de acoso sexual cometidos por uno de los docentes de teatro de esa institución. Algunas compartieron su testimonio de acoso, que refieren, podría tipificarse como abuso sexual, incluso estupro, ya que las víctimas eran menores de edad.
Este domingo, las jóvenes lo volvieron a recordar y señalaron que en este caso, como en muchos otros, el sistema patriarcal 一que sostiene una situación desigual en las relaciones sociales entre hombres y mujeres, y da mayor validez o preponderancia al poder de los varones en distintos ámbitos一 las violenta constantemente.
“Necesitamos crear herramientas para que nuestra voz sea escuchada”, siguió la joven frente a las escritoras Tania Tagle, Maricela Guerrero, Vivian Abenshushan quienes participaban en el foro moderado por Jiménez Turcott, coordinadora académica del Cedart, a quien se acusaba en ese momento de encubrir al profesor en el proceso de denuncia iniciado en su contra por las estudiantes, madres y padres de familia.
Ni ella ni el director de la institución, Alfonso Cárdenas, procedieron correctamente con los protocolos ante con la Subdirección General de Educación e Investigación Artística del INBAL y la Fiscalía del estado, según las denuncias de las víctimas.
De acuerdo a los testimonios, se abrió una denuncia penal y cuando la Fiscalía solicitó la lista de los docentes de ese centro escolar, las autoridades académicas omitieron el nombre del agresor, con el argumento de que estaba en proceso de jubilación.
“Queremos saber cuál es el compromiso que tiene qué decir Wagive respecto a estos actos de hostigamiento que ha realizado hacia las compañeras en los últimos meses”, seguía la chica encarando evidentemente a la coordinadora académica, quien fue reconocida como ejemplo para las niñas y jóvenes de Oaxaca.
“Se nos criminalizó, se nos hostigó, incluso una de las compañeras tuvo que darse de baja por esos motivos y se están violentando nuestros derechos humanos y el derecho a la educación”, declaró la exalumna ante la mirada de Wagive Jiménez Turcott, quien trató de desmarcarse de esa situación, asegurando que no fue su intención callarlas.
“He estado trabajando en el Cedart y ha sido un infierno desde que apareció la denuncia contra el profesor que en ese momento daba clases, yo era profesora y era horrible tratar de documentar evidencias. Es absurdamente fatal como reacciona una institución como el INBAL (El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura) ante una situación de acoso. Mi silencio no es de complicidad… ”, argumentó Wagive y pidió una disculpa pública a una de las jóvenes.
El gremio teatral tampoco se pronunció en su momento, optó por el silencio. Para las víctimas, entre las que se encuentran alumnas y exalumnas, el silencio contribuyó a la jubilación del profesor que hoy está fuera de la institución, sin embargo, sigue pendiente que enfrente las denuncias por abuso sexual documentadas también de manera oficiosa por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO).
“Seguimos luchando porque el Centro de Educación Artística (Cedart) Miguel Cabrera quede libre de violencia sexual hacia las mujeres, pero mientras Wagive y el director Alfonso Martínez tengan un puesto administrativo dentro de la institución no tenemos garantizado de que ya no siga sucediendo”, destacó la joven exalumna en la actividad que se desarrollaba en el Foro Panorámico del Centro de Convenciones de Oaxaca, donde esta semana se lleva a cabo la edición 39 de la FILO, la cual retomó la bandera verde como una manera de adscribirse a las causas de las mujeres.