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O nos quedamos un mes en casa, o sufriremos las consecuencias un año: Marcelo Ebrard

Redacción

Tras declarar la emergencia sanitaria en México, que implica la suspensión de actividades no esenciales en tanto en el sector público como en el sector privado con la modalidad de trabajo a distancia y salario íntegro para los trabajadores hasta el 30 de abril, el canciller de México Marcelo Ebrard Casaubón advirtió que es mejor que la población se quede en casa un mes “o sufriremos las consecuencias un año”, con un estancamiento económico y un aumento en el número de pobres.

Ebrard Casaubón explicó que a nadie conviene que se propague la enfermedad. Con cada día que pasa sin que se acate el confinamiento, nos tomará más tiempo regresar a la normalidad. Apeló por lo tanto a la conciencia social que caracteriza a los mexicanos para salir a delante, como ha quedado demostrado en tragedias como la del terremoto de 1985, que devastó a la Ciudad de México.

Enfatizó que la declaratoria de emergencia sanitaria no implica toque de queda ni ninguna otra medida que implique restringir los derechos ciudadanos.

La declaratoria se suma a una serie de mediadas que el gobierno de México ha tomado para tratar de ralentizar el contagio del coronavirus entre la población, con la finalidad de que al entrar a la fase tres de la pandemia, donde el contagio será acelerado en todo el país, los pacientes que requieran asistencia hospitalaria puedan ser atendidos por el sistema de salud, sin que éste se colapse, como está sucediendo en otros países.

Por su parte, el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell insistió en que este es el momento para que la población se resguarde en sus hogares para disminuir la velocidad del contagio. Advirtió de que si entramos a la fase de contagio acelerado con muchos casos “no se va a poder limitar la pandemia y sufriremos las consecuencias como lo hacen ya varios países que no redujeron el número de casos al inicio de la fase de transmisión acelerada”.

Dijo también que la sociedad puede juzgar quién está colaborando y quién será responsable de que no tengamos una mejor respuesta a la pandemia. Quien no se quede en su casa, insistió, se excluye de la solidaridad social y en vez de ser parte de la solución se convierte en parte del problema.