La China Sonidera, 11 años
A los músicos de La China Sonidera los mueve la energía de la cumbia colombiana, el hip hop, el rock ranchero, la música clásica o la oaxaqueña, el vallenato, o el funk costeño, pero lo que realmente les une, es el sonido seco y penetrante del güiro. Dicen que es su herencia latinoamericana y la traen en el ADN.
Conseguir su verdadera esencia les llevo tiempo. “Pasaron unos 25 músicos, veían que estábamos bien pollitos y se iban, o tenían otros trabajos. Un día llegó Arquímedes Mora (bajista), quien luego de experimentar nos sentenció: “si ustedes no tocan música propia me voy, ya me harté de tocar covers”. Ahí fue cuando nació La China Sonidera. Georgina y yo decidimos hacer canciones nuestras”, contó Poncho.
Luego se integró Marko, un italiano, así como Jaciel y Coco, dos jóvenes formados en la música oaxaqueña. “Ya de ahí no paramos. Siempre nos decían que no se puede vivir de eso. Pero yo empecé como veterinario y terminé siendo músico, creo que desde niño lo traía, pero fue hasta después de los 15 cuando me decidí”, dice Jaziel de 22 años, el más chavo del grupo.
Aunque para los oaxaqueños, tocar con La China Sonidera era solo un hobby. Tenían cierta resistencia a dejar su trabajo “formal” para dedicarse de lleno a la música, pesaba ese estereotipo que se tiene de los músicos a nivel global.
“Hemos estado fluyendo en lo que somos ahora. Antes queríamos hacer cumbia tradicional y nos enfocábamos en eso, pero llegó un punto que ya no pudimos. Queríamos hacer cumbia, pero nunca nos salió”
Fragmento de la entrevista el ADN de la China Sonidera.
Once años después, con algunos cambios, parecen dispuestos a seguir. Sus próximas presentaciones serán en el mes de octubre en el Festival Otoño Cozumel y el Festival Afro Caribeño de Veracruz.