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Don Loque: comunero chimalapa, rezador y guardián del tabaco

Desde muy temprana edad, Don Loque se dedicó al trabajo en el campo en donde sembraba maíz, frijol y chopo. Fue cortador de mamey y quizá el último campesino de Chimalapa que practicaba la siembra, forjado artesanal y consumo del tabaco natural (Nicotiana tabacum). 

El comunero Brígido González Mendoza alias Don Loque nació un 3 de mayo de 1949 en la comunidad Zoque (Ang pon) de Santa María Chimalapa en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. 

En la última plática que sostuvimos con él, nos contó que el tabaco posee diferentes propiedades y usos tradicionales, dijo que este es un excelente repelente natural que sirve para ahuyentar a las temidas serpientes venenosas como es el famoso Yumit tsajin o Víbora sorda (Bothrops asper). 

Platicaba que el tabaco se siembra el 20 de enero. En el año 2020 nos permitió hacer una fotodocumentación del proceso artesanal del enrolado o forjado del mismo. 

Fue reconocido como el último rezador y servidor de la Iglesia Católica de Asunción de María, San Sebastián y San Fabián. Participaba activamente en todas las festividades y tradiciones vinculadas con los santos patronos de la comunidad de Santa María Chimalapa.

Durante las mayordomías se ocupaba de la elaboración de velas, así como de vestir y de pasear a los santos patronos. También rezaba por las familias de los mayordomos en turno. Pedía el “Dios kotsekpa” que es el nombre que reciben las ofrendas católicas. 

El pasado 28 de octubre sus familiares y amigos se despidieron de él. Don Loque murió el 27 de octubre de 2021 a la edad de 72 años, informó su nieta Maritza López a través de Cira Cruz Hernández.

En su honor se llevó a cabo un rezo y una procesión que partió de la Iglesia de Asunción de María a la de San Sebastián. A través del aparato de sonido se escucharon algunas palabras en su memoria.

Con la partida de Don Loque se va un cúmulo de saberes, tradiciones y costumbres, su muerte representa una pérdida irreparable. Por ello apelamos a la reivindicación de su memoria, como uno de los más grandes sabios y guardianes de  la cultura Ang pon o Zoque-Chimalapa.