En Tijuana, Baja California, los periodistas están cayendo uno tras otro. Van tres en tres semanas.
El último de ellos ocurrió al filo de la medianoche de este sábado cinco de febrero: el reportero Marcos Ernesto Islas Flores fue ejecutado afuera de su casa del Infonavit Cachanillas, ubicado en la delegación Sánchez Taboada.
El informador era editor del portal NotiRedes, dirigido por su papá, Marco Antonio Islas Parra. También era sobrino de otro periodista, Víctor Islas, El Buffalo. El espacio digital, empero, al parecer llevaba año y medio sin operar.
Según testigos, dos sujetos vestidos de negro ejecutaron el ataque armado: lo asesinaron con cuatro disparos.
En diciembre anterior, su padre informó que su hijo fue confinado por policías municipales por temas relacionados con la distribuicón de droga en la unidad donde vivían.
Luego del asesinato, Islas Parra informó en su cuenta de Facebook: «Durante esta noche los demonios se soltaron y seguramente para amanecer el domingo, los muertos por violencia fueron varios, pues aparte del asesinato de mi hijo Marcos Ernesto Islas Flores, en uno de los fraccionamientos Urbi, desde un vehículo que se paró expresamente, percutieron armas de fuego matando a uno de los clientes de un puesto de hamburguesas e hiriendo a seis más, que Dios quiera libren el trance, como a eso de las 10 de la noche, aproximadamente. Aparte, aparentemente por los rumbos de La Presa se escucharon detonaciones y hubo quien vio cuerpos sobre el pavimento».
Uno de tres
Este asesinado ocurrió en la delegación Sánchez Taboada de la ciudad fronteriza, precisamente en la que el 17 de enero anterior fue asesinado el fotoperiodista Margarito Martínez Esquivel cuando salía de su domicilio ubicado de la calle 5 de Mayo, colonia Camino Verde.
Este fotorreportero colaboraba con temas de seguridad para medios nacionales como el Semanario Zeta y también internacionales, como la cadena BBC.
De acuerdo con un testigo citado por el Semanario Zeta, un vecino del periodista, identificado como Ángel “N”, habría sido quien cometió el asesinato.
Dos días después, la Fiscalía de Baja California informó que detuvo a esa persona. Se trataría de un bloguero que tiene la página de Facebook “La noticia con Ángel”, quien habría acusado a Margarito Martínez de administrar un portal en que se denunciaba a narcomenudistas de la zona.
Dos de tres
También en Tijuana, el domingo 23 del mismo mes, la periodista Lourdes Maldonado fue asesinada afuera de su casa del fraccionamiento Villas de Santa Fe: recibió un balazo en su cabeza.
La informadora estaba inscrita en el Mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores de los Derechos Humanos, que en su caso consistía en rondines de la policía municipal, además de que contaba con la aplicación en su teléfono celular del llamado botón de pánico para pedir auxilio.
De nada sirvió el mecanismo: fue asesinada cuando se encontraba dentro de su coche estacionado en la calle Vista Dorada, donde se ubica su domicilio.
Un día después del asesinato, relata la periodista Yolanda Morales en una crónica publicada en el portal Nexos, fue a la casa donde ocurrió la tragedia para recabar datos: todavía “estaban sus gatos y su perro, El Chato. Echado en la puerta, parecía extrañarla, afligido, con los ojos entrecerrados y la cara al piso —una de las imágenes más tristes que he visto—. Me conmovió tanto que abracé a uno de mis compañeros periodistas y los dos comenzamos a llorar. No la conocíamos a profundidad, pero era una de nosotros”.
En la conferencia de prensa del pasado viernes 4 de febrero efectuada en el estado de Hidalgo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expuso que en los casos de Margarito Martínez y Lourdes Maldonado “hay avances muy importantes” y que se espera que “en muy poco tiempo se puedan generar ya las primeras órdenes de aprehensión”.
En todo caso, las autoridades correspondientes todavía no esclarecen estos dos casos, cuando ya se sumó otro.