Cuatro nuevos framboyanes (Delonix regia) fueron sembrados este miércoles en la jardinera del atrio del templo de Santo Domingo de Guzmán.
Los nuevos árboles han tomado el lugar de aquellos que por más de 40 años compartieron su sombra con la población y los visitantes, pero debido al estrés, la radiación solar y la falta de cuidados terminaron por secarse.
A pesar de los esfuerzos realizados por salvar a los framboyanes, nada se pudo hacer, manifestaron en un comunicado representantes de la sociedad civil, el municipio de Oaxaca de Juárez y la Coordinación de Medio Ambiente de la Fundación Alfredo Harp Helú (FAHHO).
“El deterioro por la pudrición texana, causada por el hongo Phymatotrichum omnivorum, era irreversible, y el estado de los árboles ya representaba un riesgo para la ciudadanía debido a que estaban ubicados en el andador turístico, en un sitio muy concurrido”, expusieron en su texto informativo.
Félix Piñeiro, coordinador de Medio Ambiente de la FAHHO, explicó que para la siembra de los árboles se tomaron en cuenta dos aspectos: uno, que fueran de la misma especie del resto de los árboles que comparten esta jardinera, y dos, que se respetara la arquitectura del paisaje, ya que las dimensiones que alcanzan los framboyanes se integran adecuadamente con la majestuosidad del templo de Santo Domingo de Guzmán.
Previo a la siembra de estos cuatro árboles, se retiraron los ejemplares secos de manera coordinada; se dio un manejo integral a las jardineras al retirar la tierra contaminada, se desinfectaron y se les puso nuevo sustrato enriquecido con minerales y abonos.
Ahora, el compromiso de la sociedad civil y las autoridades locales es el de continuar con los trabajos de cuidado que permitan el pleno desarrollo de los framboyanes recién plantados.