El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó los altos niveles de violencia en el país y lo atribuyó a que sus adversarios a través de “sus achichinles” tratan de confundir y desinformar a la población argumentando que nunca había habido tanta violencia en México como ahora.
Ante las críticas contra su gobierno, defendió su estrategia y agregó que si México hubiera seguido con la misma estrategia “fallida e inhumana” impuesta por gobiernos como el de Felipe Calderón, “el país estaría en completa descomposición, ingobernable”.
Acusó a sus adversarios de guardar silencio sobre cómo “ajusticiaban, el mátalos en caliente, las masacres, los altos índices de legalidad y cómo mataban a los heridos”.
Dijo que solo los conservadores piensan que todo se resuelve con la “Ley del Talión”, “¿qué quieren, que se vuelva a ametrallar desde los helicópteros?”
«Donde hay un conservador, hay un represor en potencia; pero nosotros no somos así», agregó.
El presidente López Obrador reprochó incluso a “religiosos que no siguen el ejemplo del Papa Francisco y critican la estrategia de seguridad “porque siguen muy apergollados de la oligarquía mexicana”.
Lo anterior, aún cuando no se refirió directamente a la Compañía de Jesús, quienes reclamaron un cambio en materia de seguridad en el marco de los funerales de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Cesar Mora, ejecutados junto a un laico la semana pasada por un sicario en el interior de un templo en Chihuahua.
Finalmente, el Presidente reprochó nuevamente a quienes lo acusan de tener un pacto con el Cártel de Sinaloa y aseguran que entre las pruebas de ello es que saludó a la mamá de Joaquín Guzman Loera “El Chapo” en un viaje a esa entidad, “imagínense el nivel de periodismo, nosotros tenemos principios, tenemos ideales, por eso no pueden ni van a poder, aunque insulten y calumnien”.