Arte y cultura en Oaxaca: ¿en transición o al despeñadero?

Parte I de III

Alejandro Murat Hinojosa asumió el gobierno del estado de Oaxaca el 1 de diciembre de 2016. Al frente de su Secretaría de las Culturas y Artes impuso a Ana María Vásquez Colmenares, quien desde el principio demostró su incomodidad en ese puesto: aspiraba a ser secretaria estatal de Turismo y así lo había manifestado al sumarse al gabinete muratista.

Vásquez Colmenares no tardó en tener motivos para lamentar el encargo cultural: el 18 de agosto de 2017, cuando no llevaba ni un año en la Secretaría, la exhibición de presuntas obras apócrifas de Rodolfo Nieto en el Museo de los Pintores Oaxaqueños (MUPO) produjo un escándalo que llevó a la cancelación de esa muestra el 23 de agosto.

El gobierno del estado, por medio de la Seculta, se limitó a manifestar en un escueto boletín informativo: “El Museo de los Pintores Oaxaqueños (MUPO) canceló, de manera definitiva, la exposición que inauguraría el pasado viernes, titulada ‘Rodolfo Nieto, Pilar del Arte Contemporáneo en México’. La razón: Debido a que la asociación civil que propuso la exposición no cumplió con los procedimientos administrativos y documentales de la Seculta. También informó que el catálogo presentado por la misma A. C. con los logotipos oficiales [y con precios de las obras] fue impreso sin conocimiento ni autorización del gobierno del estado. Por ello, la Seculta, el Museo de los Pintores Oaxaqueños y los Amigos del Museo de los Pintores Oaxaqueños A. C., se deslindan de toda responsabilidad e interés sobre dicha publicación, y dieron a conocer que procederán jurídicamente contra quien resulte responsable. El gobierno del estado, al no ser el propietario de la obra, no tiene facultad para tomar acción legal posterior, por lo que ya se ha dado parte a los familiares del Maestro Rodolfo Nieto para su conocimiento y efectos”.

Ante tamaña evasión de responsabilidades, los medios de comunicación que advirtieron sobre la posible falsificación de obras de arte cuestionaron a Vásquez Colmenares. Ésta, aunque intentó cesar a Efraín Morales (director del MUPO que promovió la presentación de aquel fiasco), no pudo hacer valer su determinación. El escándalo por los presuntos apócrifos nunca fue aclarado. Las obras sospechosas fueron retiradas de noche del museo, y nadie recibió sanción por el pretendido intento de fraude. Ana María Vásquez Colmenares tuvo que cargar con la afrenta hasta que el 15 de enero de 2018 la nombraron titular de la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca. Dejó como encargado de la Seculta a Ignacio Toscano Jarquín.

Ignacio Toscano nunca fue confirmado como titular de la Secretaría de las Culturas y Artes. Eso no impidió que su nombre quedara ligado a un nuevo escándalo de la dependencia: el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales de Oaxaca (IAIP), a partir de datos proporcionados por la Seculta, difundió que el gobierno estatal había pagado a la cantante Lila Downs la cantidad de 2 millones 664 mil 667 pesos por el concierto que había ofrecido en el auditorio Guelaguetza el 27 de julio de 2018. El IAIP inclusive detalló que la Seculta había supuestamente pagado a la cantante 780 mil 800 pesos por honorarios; un millón 323 mil 200 pesos por requerimientos, y 560 mil 667 pesos por producción.

Paul Cohen, manager de la cantante y compositora, se apresuró a desmentir ese pago estratosférico y detalló: “los honorarios de Lila eran 600 mil pesos, de esos honorarios nosotros sacamos el pago de la banda Misteriosa, que fueron 50 mil pesos; los honorarios de todo nuestro staff: músicos y staff, que fueron casi 300 mil pesos, un poquito más de gastos; y para producir el concierto, lo que nos dio Seculta fue un dinero que cubrió los transportes: ningún vuelo, ninguno de nuestro equipo”.

Todavía en octubre de 2021, Lila Downs volvió a desmentir que su concierto en la Guelaguetza del 27 de julio de 2018 hubiese costado a la Seculta 2 millones 664 mil 667 pesos. La cantante y compositora informó que “la Unidad de Transparencia de la Seculta respondió la solicitud de acceso a la información pública 00620418, misma que abordó el costo de siete conciertos que la dependencia realizó en el marco de las Festividades de la Guelaguetza. En el documento se señala que pagó por concepto de honorarios a Lila Downs, la cantidad de 780 mil 800 pesos; no obstante, el costo real fue de 696 mil pesos”. La artista hizo notar que, en el reporte de gastos que emitió la Seculta con respecto al pago, “un millón 509 mil 806 pesos queda sin justificar, de acuerdo con los costos reales del concierto”.

Tras de ese escándalo, Ignacio Toscano Jarquín fue relevado del encargo en la Seculta el 22 de octubre de 2018 por la empresaria Adriana Aguilar Escobar. Toscano Jarquín moriría pocos meses después, el 7 de enero de 2021, de cáncer.

Aguilar Escobar, tercera responsable de cultura del gobierno muratista, venía de ser directora de cultura del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez. Desempeñó su cargo estatal con eficiencia, sin incurrir en escándalos como los de sus antecesores. Sin embargo, su relación con la esposa del entonces gobernador, Ivette Morán, se enfrió desde finales del año 2019.

El 10 de marzo de 2020 —mientras la población estaba encerrada para hacer frente a la pandemia de Covid-19— el gobernador Murat, sin explicaciones, designó en sustitución de Adriana Aguilar a Karla Villacaña Quevedo, joven conocida tan sólo por ser hija de Javier Villacaña Jiménez, viejo golpeador del PRI que pretendía ser presidente municipal de Oaxaca de Juárez por segunda ocasión. En las elecciones municipales de 2021, Villacaña fue derrotado con facilidad por el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional, Francisco Martínez Neri, ex rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y ex diputado federal.

Por su parte, Karla Villacaña asumió en 2020 el cargo de secretaria de las Culturas y Artes de Oaxaca. Desde ese momento la dependencia estatal se sumió en la inacción, aprovechando la pandemia de Covid-19. Los programas de cultura se recortaron al mínimo y no volvieron a reactivarse. Lo que se activó, en cambio, fue una campaña de difamación contra la sustituida Adriana Aguilar, con métodos muy similares a los empleados previamente por Javier Villacaña contra sus enemigos políticos.

La campaña difamatoria contra Adriana Escobar pronto tuvo que ser cancelada por una revelación vergonzosa. Aunque intentó ocultarse en el aislamiento pandémico, la administración de la casi invisible Karla Villacaña Quevedo se sumió en un escándalo mayúsculo a partir de noviembre de 2020, cuando la entonces directora del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), Cecilia Mingüer Vargas, ordenó colocar una manta en la fachada de la institución para reclamar que los trabajadores de ese espacio no cobraban sus salarios ni prestaciones desde ocho meses atrás, es decir, desde abril de 2020, porque la Seculta no entregaba el presupuesto correspondiente al MACO.

En los meses siguientes el patronato Asociación Amigos del MACO, presidido por el pintor Rubén Leyva, se enfrascó en un acerbo enfrentamiento con la aún directora Mingüer Vargas: se descalificaron el uno a la otra y viceversa por la incapacidad de la institución para poder presentar las cuentas de su gestión de 2019 y recibir, en consecuencia, el presupuesto de 2020. La Seculta a cargo de Karla Villacaña evadió informar otra cosa salvo que el MACO no había podido justificar parte de sus gastos de 2019 ante la Secretaría estatal de Finanzas. La dependencia evadió durante más de un año dar informes sobre los problemas del MACO.

El 8 y el 9 de febrero de 2021, el periodista Juan Carlos Medrano publicó en el portal electrónico Diálogos Oaxaca dos notas informativas en las que dio a conocer que “La directora del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), Cecilia Mingüer Vargas, presuntamente desvió durante cuatro años, más de 16 millones de pesos que el organismo recibió para desarrollar actividades culturales, mismas que no se llevaron a cabo. Con base en información solicitada por www.dialogosoaxaca.com, vía transparencia, se desprende que la directora del MACO recibió durante los años 2016, 2017, 2018 y 2019, la cantidad de 4 millones de pesos anuales, de los cuales tres años no solventó un solo peso y hoy únicamente trata de justificar el recurso correspondiente a 2019 con gastos que no corresponden a actividades culturales y con facturas de otro ejercicio fiscal. A la fecha la directiva no ha proporcionado la información financiera y contable que por ley exigen las instancias oficiales”.

La información difundida por Medrano no fue corroborada ni cuestionada por otros medios informativos. La aún directora del MACO y sus colaboradores cercanos admitieron en diversas entrevistas a medios audiovisuales que efectivamente habían utilizado parte del presupuesto en pagos de salarios por orden del patronato. Pero ni la Asociación Amigos del MACO A. C. ni la Seculta aclararon por qué se había permitido ese manejo irregular de fondos públicos (las asignaciones del gobierno estatal no incluyen el pago de sueldos a personal del Museo, según aclararon tanto la Seculta como Mingüer y Leyva).

Los meses de 2021 pasaron sin que la situación del MACO se resolviese. En marzo de 2021 Cecilia Mingüer y un grupo de trabajadores del museo se atrincheraron en las oficinas como protesta por los sueldos no recibidos. El 4 de abril la Policía Estatal desalojó sorpresivamente por la madrugada a un solo empleado que montaba guardia dentro del recinto “a nombre de los trabajadores del MACO”. El Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca fue cerrado al público desde ese 4 de abril y su Asociación de Amigos despidió del MACO a Cecilia Mingüer Vargas y al grupo de trabajadores afines a ella. El patronato no abonó los sueldos adeudados a estos trabajadores; en cambio, los envió a plantear sus demandas a la Junta de Conciliación y Arbitraje local, cerrada por la pandemia.

Meses después, el 13 y 15 de octubre de 2021, el reportero Álvaro Morales dio a conocer en dos notas las confusas acusaciones que el patronato de Amigos del museo y la ex directora Cecilia Mingüer se hacían recíprocamente: “Ex directora del MACO falsificó firmas para justificar 1.6 mdp, acusa Rubén Leyva” y “No quiere asumir su responsabilidad: refuta Mingüer acusaciones de Rubén Leya sobre desvío de recursos en el MACO”. Nuevamente, ninguna autoridad investigó esas declaraciones, ni los declarantes demostraron encauzar sus denuncias por la vía legal.

El 22 de agosto de 2021, las y los trabajadores expulsados del museo denunciaron un nuevo acoso: el de legisladores del estado a quienes habían solicitado intervenir en el problema. Las y los demandantes reclamaron: “hasta la fecha han sostenido tres reuniones con los integrantes de esa Comisión de Cultura [del congreso estatal], en  las que, los diputados todo el tiempo tienen la palabra y la voz parece que siempre es de la Asociación Civil Amigos del MACO. ‘En la primera reunión solo obtuvimos malos tratos, regaños de quienes evidentemente no solo desconocen nuestros esfuerzos por mantener el MACO en funcionamiento, sino la historia del propio museo’, cuentan. ‘La segunda reunión en el mes de febrero fue hostil e intimidatoria’, explican: el diputado Samuel Gurrión se pronunció como empresario y advirtió que como tal podría echar abajo la demanda laboral. Además los responsabilizó del cierre del Museo. De acuerdo con los ex trabajadores, la postura de Gurrión fue apoyada por el diputado César Mateos Benítez y la diputada, Elvia Gabriela Pérez López, quien se presentó también como empresaria. En la  tercera reunión del 11 de agosto fueron atendidos por el diputado Sesúl Bolaños López y el mismo César Mateos. ‘No fue distinta. La intimidación y el respaldo a los Amigos del Maco y a la Seculta fue contundente’. Además, señalan que los legisladores han intervenido en el expediente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje. Ellos mismos indicaron que el Presidente de dicha instancia de justicia laboral les informó sobre su demanda y de la demora de años que tendrá la solución de nuestra denuncia”.

Hasta el 7 de septiembre de 2022, la secretaria Karla Villacaña informó a medios de comunicación que: “logró el reembolso a las arcas de la Secretaría de Finanzas de $700 mil pesos que la asociación ‘Amigos del MACO’, no había justificado desde el 2019. Tras dar a conocer que la agrupación recientemente solicitó un presupuesto por $3 millones de pesos, la responsable de la cultura en la entidad, celebró que después de varios años que la asociación Amigos del MACO no justificara los recursos económicos estatales que recibía para el funcionamiento del organismo, el dinero fue reembolsado a la Sefin. ‘Faltaba un rubro que no lograron comprobar, por lo que reintegraron la cantidad de $700 mil pesos el dinero a Finanzas, por ello la Seculta les entregó su carta de liberación’. Dio a conocer que, debido a la falta de comprobación del dinero, durante los años 2020, 2021 y 2022 [los gastos del museo] no fueron contemplados dentro del presupuesto de Seculta”. Es decir, que durante tres años el MACO careció de presupuesto.

Escritor, promotor de arte y cronista aficionado de absurdos sociales.

1 comentario

Laura

diciembre 6, 2022

Hay que informarse bien de las cosas, la mayoría de las cosas que dice está nota en cuanto al maco, son falsas, porque siempre inventan cosas, ya estamos hartos de tanta mentira y acoso! No se vale! Hay que informar la verdad no lo que dicen por allí! Que falta de profesionalismo

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