22 de marzo: Día Mundial del Agua
En 1974 el artista alemán Joseph Beuys fue trasladado en ambulancia desde el aeropuerto JFK de Nueva York a la galería Rene Block en Manhattan. No quería pisar el suelo en su primera visita a los Estados Unidos hasta concluir el performance de enmienda, que como representante de la cultura occidental ofrecía por los estragos causados a la fauna por los colonizadores, así como el genocidio cometido contra los pueblos originarios que la preservaban. Días antes de su llegada fue capturado un coyote salvaje, con el que Beuys se encerró durante tres días en la galería. El objetivo de la convivencia: la reconciliación entre la cultura y la naturaleza.
En la misma década Beuys activó con el Premio Nobel de Literatura, Heinrich Böll, la Universidad Internacional Libre –una entidad de reflexión sin sede– donde se pugnaba entre otros, por los derechos políticos de los animales. En el ámbito judicial, aquella defensa sigue teniendo impacto favorable hasta nuestros días. En 2017 la Fundación Heinrich Böll/Colombia publicó Los derechos de la naturaleza, un documento legal que ha ayudado a promover el reconocimiento de los derechos de los ríos, los mares, la fauna y las montañas.
Habitualmente me resisto a las citas largas. Si en esta ocasión transcribo de la página web de la Fundación Böll1 algunos de los logros –que de algún modo han derivado del documento legal– se debe a la emoción que me produce su lectura:
– En el Ecuador se han enmendado más de 75 leyes y reglamentos para incorporar los derechos de la naturaleza y al menos una docena de casos judiciales se han ocupado de esos derechos.
– Nueva Zelanda se ha comprometido a elaborar una nueva ley para reconocer los derechos del monte Taranaki, un lugar de inmensa importancia para el pueblo maorí.
– Los tribunales colombianos han reconocido los derechos de la selva amazónica, dos parques nacionales y al menos diez ríos (Atrato, Cauca, Coello, Combeima, Cocora, La Plata, Magdalena, Otún, Pance y Quindío), que cubren más del 80 % del país.
– El Tribunal Superior de Bangladés dictaminó que todos los ríos de ese país tienen derechos.
– La Corte de Constitucionalidad de Guatemala reconoció el agua como una entidad viva.
– Las comunidades indígenas de Canadá y los Estados Unidos han publicado sus propias leyes, en las que reconocen los derechos de elementos de la naturaleza que van desde los ríos hasta el arroz silvestre.
– En el 2020 el Tribunal Superior de Justicia de Islamabad de Pakistán emitió un fallo que reconoció los derechos de una amplia gama de animales no humanos, afirmando que “al igual que los humanos, los animales también tienen derechos naturales que deben ser reconocidos. Es un derecho de cada animal, un ser vivo, a vivir en un entorno que satisfaga las necesidades conductuales, sociales y fisiológicas de este último”.
La personalidad jurídica adjudicada a los cuerpos de agua se convirtió en el eje curatorial de la 23a Bienal de Sidney en 2022: se invitó a los artistas a dialogar con ellos desde la articulación de una red de humedales imaginarios situados a lo largo de las cuencas fluviales y lacustres en la demarcación de tres pueblos originarios locales.
México estuvo representado en esa Bienal con la obra de Tania Candiani, Aves acuáticas. Flujo sonoro migratorio. Una escultura suspendida hecha con trozos de madera recogidos en una cuenca fluvial mexicana evoca las rutas de aves migratorias que unen distintos cuerpos de agua en Australia. La instalación se complementa con registros de la música de instrumentos artesanales de origen prehispánico y grabaciones de campo de aves del país anfitrión.
El ciclo del agua perdurará mientras el planeta siga envuelto en su capa atmosférica, y en tanto la luna gire, prevalecerá la danza inexorable de las mareas. Son de origen marino las primeras algas; las diatomeas, seres unicelulares cuyos fósiles más antiguos tienen una edad de 70 millones de años. Algunos millones de años después se propagaron a las aguas dulces. Grandes extensiones de mares y lagos que se secaron en algún momento de la historia geológica hicieron que sus lechos se cubrieran con restos de crustáceos, corales y peces, pero, sobre todo, con los de las algas diatomeas, cuya capa exterior es de sílice: son transportados en las nubes de polvo que vuelan del desierto del Sahara hasta Sudamérica, para nutrir los suelos del Amazonas. El 50% del oxígeno que respiramos es generado por esas algas; a ellas se debe la salud de los mares.
Un indicador fundamental de la salud de los ecosistemas lacustres del Valle de México es el de los ajolotes. Su población se redujo en los últimos 25 años a menos del uno por ciento. Gracias a una iniciativa para su rescate, Chinampa Refugio, la UNAM quiere revertir esos números. El aliado principal del programa es el agricultor chinampero: del rescate de las viejas prácticas para la producción de hortalizas depende el saneamiento de las aguas del canal, la preservación de la biodiversidad y, en consecuencia, la vida de los humedales de la cuenca lacustre en Xochimilco, sin descontar que una hectárea de chinampa productiva captura al año 113 toneladas de bióxido de carbono.
El ajolote, en los mitos prehispánicos, representa a una entidad que burló a la muerte. Lo miro en una de las caras de los nuevos billetes de cincuenta pesos del Banco de México2. Con sorpresa redoblada descubro en el reverso del papel moneda, un monolito encontrado en el Templo Mayor mexica, donde un águila devora el atl – tlachinolli, concepto alegórico que involucra al agua trenzada con el fuego o, en otras palabras, el agua que arde: metáfora de la sangre que cae en la tierra para infundirla de savia vital de forma continua. Las divagaciones sobre la conservación de la vida me llevan por algún misterioso canal a los centenares de niños guiados a través de los Alpes Suizos para abandonar la Francia ocupada por el Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial. Al frente de una brigada de salvamento estaba un joven que se convertiría en el mayor de los mimos. Mientras escribo estas líneas, pienso en él, y evoco su sketch del vaso de agua invisible. Marcel Marceau, cumpliría hoy, 22 de marzo, sus primeros 100 años. Afortunada coincidencia que el calendario marque la misma fecha, como el Día Mundial del Agua.
2 Agradezco a la Doctora Clementina Equihua, encargada de la Unidad de Divulgación y Difusión del Instituto de Ecología de la UNAM, la luz que arrojó a mis inquietudes sobre las expertas y los expertos comisionados para determinar los contenidos de los billetes emitidos por el Banco de México, de circulación vigente. La lista de sus 25 integrantes (la propia Doctora entre ellos) puede consultarse en la página web del Banco, y se agrupan en tres bloques: 1. Ciencias Naturales (ecosistemas, flora y fauna representativa de México), 2. Artes, cultura y tradiciones de México, 3. Historia de México.
1 Comentario
Mónica
Maravilloso texto Mauricio!!!