El Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca, A.C. y el Foro Oaxaqueño del Agua lanzaron la convocatoria para participar en el Concurso de Fotografía El drenaje: diluir, alejar y olvidar.
Mauricio del Villar integrante del equipo organizador indicó que el objetivo de este concurso es visibilizar el impacto del drenaje y la descarga de aguas contaminadas en ríos y arroyos, situación que ocurre a diario, pero que está normalizada y relativizados sus efectos en la naturaleza y en la salud de las personas.
Del Villar explicó que la ciudad de Oaxaca está asentada en la cuenca alta de los ríos Atoyac y Salado, que convergen cerca del aeropuerto para continuar su curso hacia el mar.
“Toda el agua que hay en esta cuenca –esa especie de olla natural delimitada por montañas– proviene de la lluvia. En condiciones naturales una gran proporción de esta agua se evapora, ya sea antes de llegar a la superficie, después de que cae o cuando es transpirada por las plantas. Del agua restante, una parte se escurre para ir formando arroyos, ríos o lagos, y otra se filtra para humedecer el suelo y luego alimentar los mantos freáticos”, abundó.
Este es el ciclo del agua y todos somos parte de él, aunque algunas actividades humanas han alterado estos caminos naturales del agua, en particular la manera en que vivimos actualmente en las grandes ciudades.
Un ejemplo, menciona, es el drenaje y el WC, emblemas distintivos de la sociedad moderna que nos da la facilidad de sólo bajar una palanca para deshacernos de nuestros desechos y está indisolublemente asociada a la idea de progreso y desarrollo; a un «mejor» nivel de vida”.
“Nos parece lógico y natural usar agua limpia para alejar de nosotros excrementos y todo tipo de desechos. Diluir, alejar y olvidar parece ser la máxima del saneamiento moderno, aunque evidentemente está en crisis”
En la ciudad de Oaxaca, municipios conurbados y otras poblaciones de la subcuenca Atoyac Oaxaca de Juárez, así como en el resto del estado, lo que hacemos es juntar el agua de lluvia, que viene limpia, con las aguas negras domésticas y una creciente variedad de sustancias; todo esto disuelto en abundante agua potable.
Además, dice, añadimos también desechos químicos, residuos hospitalarios y aceites automotrices usados, entre muchas otras cosas. Transportamos luego toda esta revoltura a través de un costosísimo sistema de tubos que desembocan en los ríos Atoyac, Jalatlaco y Salado, si no es que directamente en los arroyos.
Las consecuencias de este sistema para la salud y el ambiente están a la vista y el olfato: hemos diluido y alejado, pero a la luz de la innegable crisis de abastecimiento de agua, es cada vez más difícil olvidar.
La convocatoria está abierta del 22 de marzo al 24 de junio 2023, a personas de Oaxaca y residentes permanentes de la zona metropolitana, municipios conurbados y otras poblaciones de la subcuenca Atoyac- Oaxaca de Juárez. Pueden participar aficionados o profesionales mayores de 18 años.