Tratando de entender la importancia del bienestar y a la vez acompañar a su madre en el proceso para recuperar su salud, Jonathan Martínez, un joven de 27 años, encontró en las prácticas ancestrales de su pueblo Santa Ana del Valle un motivo para adentrarse en el mundo de la imagen.
Primero comenzó a documentar el proceso de sanación de su madre, y esas prácticas de su pueblo y otras comunidades del Valle de Tlacolula que, en esa necesidad de entender lo que le pasa al cuerpo, han tratado de encontrar formas para procurar su bienestar corporal, mental y de conciencia a través de la herbolaria y otras formas de conocimiento ancestral en las que también cabe la fe.
Las imágenes que forman parte de ese proceso de tres años, se muestran ahora en la Sala Siete del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo bajo el nombre Gálnàsàk, una palabra que en lengua zapoteca se entiende como vivir sin malestar.
Ese tiempo junto a ella acompañándola a sanar la tristeza, además de otros malestares, le permitió documentar también el peregrinaje de su madre, que igual que muchas familias de su comunidad caminan durante más de ocho horas rumbo al pueblo de San Antonio de Padua, a donde van a bañarse a los ríos como símbolo de purificación.
“Ahí acude la gente al pedimento, es una práctica con una carga simbólica muy fuerte”, comenta.
Sobre los paisajes del peregrinaje el autor explica: “es como un tríptico, como un pasadizo en el que te adentras y en el que no sabes que va a suceder, funciona como ese puente entre el pensamiento que uno tiene y esa posibilidad de imaginar o saber hacia dónde se dirige su vida”
Jonathan resume en entrevista que la figura principal de Gálnàsàk es su madre, quien fue además la primera curandera que tuvo en la vida. Pero la muestra es también un homenaje a todas las curanderas de su pueblo, pues además de las formas propias y colectivas de sanación, en las comunidades de Oaxaca también existen otras formas de conocimiento ancestral en las curanderas, algunas con ciertos dones o con conocimientos sobre herbolaria.
“Todas se han formado con el trabajo y constancia, entonces la muestra es también es un homenaje a todas las curanderas que existen en mi comunidad y a todas las del Valle de Tlacolula que tienen ese papel y no solo a las que existen ahora, sino también a las curanderas que ya no están, que ya fallecieron”, destaca.
La muestra es un trabajo de fotografía de archivo y fotografía documental-experimental.
Gálnàsàk «es lo máximo que podemos entender como bienestar, la salud, sea lo que sea, la salud es importante porque sin ella no puedes hacer absolutamente nada», enfatiza el autor.