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Legisladores piden a Semarnat revisar operación de cementera Cruz Azul en Oaxaca por posible contaminación

Una coalición de organizaciones ambientalistas presentó en el mes de abril de este año datos alarmantes sobre la basura plástica usada como combustible en los hornos de la industria del cemento e identificó en Oaxaca a la empresa cementera Cooperativa Cruz Azul como una de las instalaciones que realizan este coprocesamiento que expone a la población a la contaminación por dioxinas, azufre y otros componentes que contribuyen al calentamiento global.

La alianza, integrada por las organizaciones como Acción Ecológica, Asociación Ecológica Santo Tomás, Fronteras Comunes, Geocomunes, Geografía Septentrional, No Es Basura (NEB), entre otras, identificó 33 sitios ubicados en 19 estados de la República que operan este tipo de “reciclaje” energético, y procesan residuos plásticos como combustible alterno.

La información proporcionada por este colectivo incluye estudios de caso acerca de los daños socioambientales profundos derivados de la incineración de desechos en hornos cementeros.

Parte de los resultados de esta investigación fueron expuestos en el pleno de la legislatura local  este miércoles por iniciativa del diputado morenista César Mateos, quien propuso un exhorto a la Semarnat para que verifique que las cantidades, el origen y el tipo de combustible utilizado por la Cooperativa Cruz Azul Lagunas corresponda con lo autorizado por la dependencia, y para que monitoree las emisiones de esa planta, para evitar daños al medio ambiente y a la salud de la población.

La Cooperativa Cruz Azul está ubicada en Lagunas, en El Barrio de la Soledad del Istmo de Tehuantepec, aquí en el estado de Oaxaca. Casi 26 mil personas viven en un radio de 10 kilómetros en torno de esa planta cementera.

Aunque no acusó a la empresa, el legislador dijo que es importante que se verifiquen su operación y las emisiones que genera, “no me preocupa que las grandes empresas obtengan las ganancias que quieran. Pero no podemos permitir que lo hagan con engaños, disfrazándose de ecologistas, y a costa de la salud de la población”, dijo en tribuna.

De acuerdo con el estudio, en las 33 instalaciones se preparan Combustibles Derivados de Residuos (CDR), o sustituyen combustibles tradicionales con esos CDR, que incorporan una gran variedad de residuos, incluso los clasificados como peligrosos, y pueden contener aceites lubricantes usados; materiales sólidos textiles como estopas, trapos, mantas, guantes, overoles o franelas impregnados con aceite lubricante usado; grasas y/o solventes no clorados; residuos plásticos industriales contaminados y biomasa; entre otros.

César Mateos, en coincidencia con las organizaciones, destacó que es necesario poner fin a la incineración de plásticos por sus impactos negativos a la salud, al medio ambiente y a los derechos humanos. La iniciativa del legislador fue aprobada por urgente y obvia resolución.

Cabe destacar que en el mes de enero de este año, el gobierno capitalino anunció un acuerdo con dicha empresa cementera para recibir  la basura que se genera en la ciudad y municipios conurbados para que sean empleados como combustible industrial para sus hornos. El presidente municipal Francisco Martínez Neri informó en ese momento que las pacas de residuos serían sometidas al proceso de “termodestrucción” y que esta acción formaba  parte de la estrategia del municipio, dentro de su modelo de resolución del problema de la basura.

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