Diez mujeres serán galardonadas el 8 de marzo Día Internacional de las Mujeres por su trayectoria. Una de ellas es la científica mixe Tania Eulalia Martínez Cruz, originaria de Tamazulapam del Espíritu Santo, mixe, Oaxaca.
Tania Eulalia será reconocida por el gobierno municipal de Oaxaca de Juárez por su activismo en temas de educación, ciencia y derechos de los pueblos indígenas. Ella considera que el mundo necesita más científicas y científicos indígenas que abonen a las políticas públicas y ve este reconocimiento como una oportunidad para promover el acceso y la participación equitativa en la ciencia para mujeres y niñas.
La historia de Tania es la de una joven mixe que logró ser ingeniera agrónoma e investigadora, maestra en Ingeniería Agrícola y Biosistemas por la Universidad de Arizona y doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Wagenigen.
Ahora con 37 años de edad, ve en la educación un motor importante para cumplir sueños y transformar realidades. Pero, dice, para que esto suceda es necesario apoyar a la niñez y juventud indígena para que puedan hacer efectivo ese derecho a la educación.
Aunque no está tan a favor de las historias de meritocracia porque niega también los retos que otras chicas y otros jóvenes tienen, dice que no hay que perder de vista que lo fundamental es reconocer cuando nos va bien y a la gente que ha estado en el trayecto, y ver qué estamos haciendo para proveer de herramientas a los jóvenes, desde las organizaciones, sociedad civil, pero también a nivel institucional.
“Porque no nada más es querer es poder, también hay que ver qué condiciones tienen. Seguimos viendo que parte de esa población joven tiene que migrar porque no ve otras condiciones de vida”, apunta la científica mixe.
Destaca que apenas el uno por ciento de la población con un doctorado en México es indígena y de ese uno por ciento el .3 por ciento son mujeres indígenas, y de ese porcentaje apenas el 20 por ciento tiene un doctorado en ciencia, lo que representaría tanto como una mujer indígena en un millón de mujeres con doctorado.
Entonces, dice, si hablamos de una ciencia diversa y de abrir espacios para más visiones y hablamos de la ciencia para una política pública en alimentación, educación, seguridad social, dónde están esas otras voces que van a proponer otra perspectiva.
“Creo en el rol de la ciencia retroalimentando procesos de política pública, es importante tener un asesor o asesora científica y abogo por la diversidad porque la gente de los pueblos indígenas puede compartir otra perspectiva. No puedes proponer una política efectiva si no conoces la diversidad de realidades en México”.
La joven mixe pone como ejemplo la política agrícola en México que durante muchas décadas impulsaba el maíz como monocultivo y relegaba el conocimiento de los pueblos indígenas y ahora empieza a reconocer la importancia del maíz nativo y el sistema milpa que han cultivado estos pueblos.
Además, recuerda, en 2023 por primera vez la OMS hizo una recomendación a todos los gobiernos para incluir el conocimiento indígenadentro de la Medicina. Por eso, dice, es urgente enriquecer las perspectivas. “Es importante que estas visiones no se queden fuera, por eso importa que haya más científicas y científicos de estas otras realidades”, reitera.
La historia de Tania Eulalia también forma parte de un libro con 120 historias de niñas, jóvenes y mujeres adultas que inspiran a construir un futuro mejor.
El gobierno capitalino también reconocerá la labor de Ana Luz Ramos Soto por su contribución a las áreas sociales; Magda Leticia Canseco en el ámbito social; María de Lourdes Martínez López en el rescate de las lenguas indígenas. Consuelo Julieta Martínez Martínez por su labor social en la comunidad; Martha Iliana Acevedo Brena por la defensa y promoción de los derechos de las mujeres; Elena Martínez Díaz por su contribución a la música y al arte comunitario; y Paulina Ríos Olivera por su trabajo en la defensa a los derechos de las mujeres.