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Foto: Mario Pérez Martínez
Por Alex Kalam
Cada sábado, el mercado «Manos Mágicas» se lleva a cabo en la Biblioteca Margarita Maza de Juárez. Una iniciativa del colectivo autónomo «Creando juntos».
Conformado por personas que viven con alguna discapacidad, el grupo logra con este mercado generar una fuente de ingresos para sus integrantes. Afirmación de un movimiento profundo en la ciudad, el mercado resalta por su calidad y su calidez.
Este sábado de abril, Monserrat Montero se encuentra muy ocupada por la afluencia del público.
«Ya nos damos a conocer y tenemos más gente», dice con entusiasmo. Comerciante experimentada y comprometida en la defensa de los derechos de las personas con discapacidad, Monserrat vende artesanías y joyerías típicas de su región de origen, San Pedro Amuzgos.
Junto a ella una quincena de personas atienden el público en sus kioscos, en el atrio de la biblioteca del andador Macedonio Alcalá.
Monserrat es un ejemplo para muchas personas en Oaxaca. Si bien lidia con discapacidad visual, la cofundadora del colectivo «Creando juntos» es licenciada de administración de empresas , se especializa en venta y maneja un restaurante con su familia en el Ex Marquesado. Además, es reconocida como experta del braille y trabaja como traductora para varios organismos, lo que la había llevado a colaborar desde algunos años con la Biblioteca Margarita Maza.
Cuenta que se pudo iniciar el mercado gracias a una iniciativa que tomó con su colega Pedro Miranda Gijón, reconocido a nivel nacional por su trabajo a favor de la causa de la discapacidad, pero también como artista.
«La discapacidad es un abanico muy amplio de realidades distintas y nosotros estamos trabajando con varios grupos; hicimos un llamado y la respuesta fue muy entusiasta. Pedro sabe hacer que las cosas pasen y en este caso se dio en menos de algunos meses.»
Tras el éxito de las primeras ediciones del mercado durante el otoño de 2024, en la Biblioteca Andrés Henestrosa y luego en el Llano, el evento tiene lugar cada sábado en la Biblioteca Margarita Maza.

Valiosa independencia
Líder social y artista oaxaqueño, Pedro Miranda Gijón es reconocido por su trabajo en todo el país y más allá de las fronteras. Originario del Istmo de Tehuantepec, el artista que vive con discapacidad visual es fotógrafo especializado en cianotipia y tejedor textil, además de ser el autor de dos libros. Es fundador de «Creando Juntos» y de «Visiones Periféricas», organismos que suelen defender de forma autónoma los derechos humanos de las personas con discapacidad visual en Oaxaca.
Cada sábado coordina el mercado y vende varias de sus obras, expuestas en su kiosco, en la Biblioteca Margarita Maza.
Si «Visiones Periféricas» – organismo que fundó con el abogado Edgar Cruz Luján – tiene una misión social y cultural enfocada en las personas con discapacidad visual, «Creando Juntos» reúne a personas que viven con varios tipos de discapacidades. Pedro Miranda indica que se trata, en ambos casos, de iniciativas independientes. Ante la inacción de las autoridades, elige dar el ejemplo y pasar de una vez a la acción.
Si bien implica grandes desafíos económicos, el artista y trabajador comunitario dice que hay una dimensión esencial muy valiosa en el espíritu de independencia con el cual trabaja en Oaxaca.
«Generalmente, las personas que dirigen las oficinas o las asociaciones de discapacidad son personas que no tienen discapacidad. Nosotros sí, tenemos discapacidad, sabemos qué cosas son las que nosotros necesitamos como personas con discapacidad.»
Cabe mencionar que una instalación artística realizada por Pedro con la artista japonesa Shino Watabe será presentada el 9 de mayo en la Biblioteca Andrés Henestrosa. Se trata de un memorial para honrar a las personas con discapacidad víctimas de la Segunda Guerra Mundial, el cual será presentado junto al académico argentino Mariano Basso y Edgar Cruz Lújan.
Acción imprescindible
En el atrio de la Biblioteca Margarita Maza, la doctora Geny Policarpo vende tejidos, además de otras artesanías oaxaqueñas junto a su hijo Cristian Diego, quien vive con autismo. La doctora dice que defender su derecho a desenvolverse plenamente y dignamente representa una lucha cotidiana. En este contexto, el mercado constituye para ella y su hijo una gran fuente de apoyo y de inspiración. Afirma que la iniciativa ha sido recibida como un espacio imprescindible, porque responde a necesidades esenciales para esta comunidad en Oaxaca.
«Son las personas mismas que viven discapacidad o ayudan a familiares las que incentivan, las que empujan más a defender los derechos y a darnos herramientas. Ahora el movimiento de cambio viene de la sociedad civil.»
Nota que los intercambios con esta organización ofrecen a su hijo una ocasión de pertenecer a un lugar seguro y solidario. La doctora indica que le permite desempeñar sus talentos artísticos, ya que le apasiona el arte y que interactúa con los artistas presentes.
«El autismo es tan amplio y existen muchos prejuicios, queremos también hacer un trabajo al respecto.»
Gracias a estas redes, Geny se ha sumado a Kikchenia, una asociación civil que defiende los derechos de las personas que viven con autismo en Oaxaca.
Fundadora de Kikchenia, Rosa del Carmen Valencia es también madre de un hijo que vive con autismo. En el mercado, vende bordados del Istmo de Tehuantepec. Explica que fundó este organismo en el 2020, tras haber hecho esfuerzos arduos durante años para que su hijo pueda tener acceso a servicios de apoyo y a la inclusión escolar.
«Fui a tocar todas las puertas de varios organismos públicos, de las secretarías y no lograba conseguir ayuda.» Dice que su hijo ha tenido durante años un acceso muy insuficiente a la educación y que le perjudicó mucho. Además de defender públicamente los derechos de los niños y niñas que viven con discapacidad, el organismo favorece su inclusión social gracias a varios talleres.
En el mercado, Reynalda Andrés Carrasco y su esposo José Rincón Obregón venden perfumes y tejidos. Comerciantes y tejedores que cuentan con años de experiencia en esta actividad profesional, se alegran del éxito del mercado.
Comparten que se trata de una iniciativa necesaria y aún más en un contexto donde el apoyo público se ha estancado. La pareja de comerciantes que viven con discapacidad visual indica que hay un cierto descuido de las medidas de accesibilidad se nota en la capital. Notan que varios semáforos sonoros dejaron de funcionar y que las placas en braille del centro histórico de la ciudad se encuentran muchas veces tapadas, especialmente cuando hay fiestas o eventos en Oaxaca.
Según Reynalda, el colectivo puede ayudar a muchas personas a sacar adelante y representar públicamente su causa.
«Ahora estamos compartiendo con la sociedad, creando conciencia para que haya cambios.»