Rocío Flores
La batalla de Soledad Jarquín Edgar por la búsqueda de justicia para su hija María del Sol, asesinada hace tres años en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, la cuenta en números de carpetas de investigación, en días, en meses, en agravios y presuntas omisiones de la autoridad encargada de procurar justicia en Oaxaca, un estado que hasta ahora tiene la responsabilidad de aclarar 523 feminicidios documentados durante este sexenio.
En 2018 su hija fue asesinada durante una campaña electoral. El impacto de unas balas en el pecho arrebataron la vida de María del Sol, de 27 años de edad. Desde ese tiempo, igual que otras madres víctimas de feminicidios en el estado, Soledad sigue esperando que las instituciones lleven a prisión a los responsables del asesinato de su hija, y dos personas más, para que paguen por estos crímenes que cancelaron sus proyectos de vida.
La periodista narra que en estos tres años, la Fiscalía no ha iniciado un juicio contra los responsables materiales del crimen, “ni siquiera ha avanzado de manera contundente en las investigaciones».
Por el contrario, asegura que el exfiscal Rubén Vasconcelos Méndez se negó a corregir las fallas señaladas por el Poder Judicial en la sentencia del 30 de mayo de 2019, donde se evidencia un error en la diligencia, lo que generó la liberación del primer detenido.
Tampoco se ha sancionado a los funcionarios implicados en delitos electorales por el uso indebido de recursos públicos en el proceso electoral tal como lo marca el expediente PES/32/2018 del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca.
En esta batalla por la justicia, cuenta Soledad Jarquín “he visitado a funcionarios estatales y federales, incluso al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para evidenciar la falta de acceso a la justica, pero hasta hoy no he logrado resultados concretos”.
El Estado nos ha fallado. Lo que está claro, es que nos pueden matar y no hay quien sancione a los asesinos. Hace 36 meses que esperamos un avance contundente, queremos que se lleve a juicio a los autores materiales e intelectuales que hasta hoy no han sido molestados”, dice la periodista.
Por un momento sus palabras son casi inaudibles, pero su rostro refleja la fuerza que le falta a su voz.
Soledad advierte que el origen de este crimen que le quitó la vida a su hija, a la candidata a concejal Pamela Terán y a Adelfo Jiménez, es la ambición de los hermanos Francisco Javier y Hageo Montero López. El primero ex secretario de Asuntos Indígenas, quien envío a María del Sol a Juchitán contra su voluntad y el segundo, a punto de terminar su función como regidor de Energías en Juchitán, por beneficiarse de su trabajo durante su campaña para ocupar ese cargo.
“Tienen la protección del sistema gubernamental. Pero nosotras no estamos dispuestas a solapar la impunidad”, suelta, convencida de que su lucha es una lucha colectiva.
Acompañada de otras madres de víctimas del estado de México, quienes vinieron a Oaxaca en solidaridad con la periodista, Soledad destaca que en México el promedio de impunidad en estos delitos es de 92. 4 por ciento, de acuerdo a las investigaciones de 2019 hechas por la organización México Evalúa. Pero en Oaxaca es el 92. 3 por ciento, es decir, menos de ocho casos han tenido una resolución.
A pesar de este escenario, Soledad sigue esperando que la justicia llegue. Dice que la Justicia para su hija Sol es justicia para todas las mujeres asesinadas.
Por eso 一enfatiza一la sociedad mexicana no debe aceptar la impunidad. “Si aceptamos que no se esclarezcan los feminicidios y no se castigue a los victimarios, vamos a condenar al resto de las mujeres”.