Foto: Elí García-Padilla
Primera Parte
Estos incomprendidos pero fascinantes seres vivos se encuentran distribuidos en casi todos los tipos de ecosistemas aún disponibles en el país, después de siglos de pérdida y transformación de su hábitat natural por motivos propios de estos tiempos de crisis civilizatoria.
La biodiversidad de seres vivos en México es una de las más notables en el mundo. Dentro de ésta, los reptiles ocupan el segundo lugar, solamente superado por Australia, con un total de 898 especies documentadas formalmente. Sobresalen las serpientes (ofidios) con un total de 379 especies, entre ellas, 196 son endémicas de México.
Sobre la peligrosidad de las serpientes hay muchos relatos populares. Pero actualmente sabemos que alrededor de un 80 % de estos organismos son inofensivos para el ser humano y que las especies realmente venenosas y de importancia médica comprenden aproximadamente el 20 % del total: víboras (Viperidae) y serpientes de coral (Elapidae) .
La serpiente funge un rol simbólico, ecológico y cultural sin igual en México. Desde tiempos prehistóricos encontramos representaciones gráficas en el arte rupestre, así como mitos, leyendas y relatos orales desde tiempos fundacionales de las grandes civilizaciones mesoamericanas.
Oaxaca no es la excepción. Un ejemplo son los relatos sobre la víbora sorda en la mítica región de Los Chimalapas.
Entre los habitantes zoques o chimas (Ang pøn) de Santa María Chimalapa existe la creencia popular de que la serpiente conocida como Yumi tsajin o Víbora sorda (Bothrops asper) emite vocalizaciones, es decir, “canta” como una guajolotita. En la zona prístina conocida como La Gloria regularmente se escucha por las noches lluviosas estos cantos, lo cual indica la presencia de un ejemplar que ya es muy grande y viejo y que por lo tanto canta como un ave. Este testimonio innegablemente puede tener relación con la memoria histórica y el mito de la figura de la serpiente emplumada.
La guardiana de los espacios bioculturales sagrados en Lachatao
Entre las comunidades de origen zapoteca o binni zaá de la Sierra Norte persiste la creencia popular de que la «víbora de cuernitos» o Víbora cornuda mexicana (Ophryacus undulatus) es la entidad guardiana de los últimos espacios sagrados bioculturales de esta región que es reconocida como uno de los 20 hotspots de mayor biodiversidad a escala global.
En Santa Catarina Lachatao y Capulálpam de Méndez cada mes de mayo de cada año 一con excepción del 2020 por la pandemia de coronavirus一 se celebra el «Festival de Tierra Caliente» un evento académico, simbólico y ritual en el que se refrenda el compromiso de estos pueblos originarios y mestizos unidos históricamente por la defensa de sus territorios y bienes naturales comunes, y en contra de la minería así como megaproyectos ecocidas y etnocidas que atentan contra la continuidad de la vida.
Los pueblos originarios 一dueños legítimos de México一 nos siguen siempre demostrando, en esencia y praxis, que los territorios y los bienes naturales comunes tienen un valor, pero nunca un precio.
¡Larga vida pues a los guardianes del 80 % de la biodiversidad remanente en el planeta Tierra! ¡Larga vida a los pueblos del Jaguar!