¿Quién soy yo para dar consejos? Ni siquiera mi gato Timo me hace el menor caso. Tarea inútil. Pero si no me quedara otra, diría que leyeran mucho, que viajaran, que se interesaran en la política de todos los días y en sus maneras de mirar el crepúsculo, en el sexo y en la teología,…