David Octavio Arámburu
Hace unas semanas, cuando estaba por terminar de releer un Francisco Aguirre, ejercicio que sin planearlo fue acondicionando mi estado psíquico para la siguiente colección de poemas que había llegado a mis manos: Hermoso mundo de pecado.
Como si se tratara de una carrera de relevos, pasó mi conciencia de un libro…