Hacia 1940 un anónimo empleado de la oficina de Inmigración en la Ciudad de México comenzó a escribir un largo relato cuyo inicio nada memorable decía: “Fui a Tuxcacuexco porque me dijeron que allá vivía mi padre, un tal Maurilio Gutiérrez”. Durante años ese autor fue trabajando en la extensa narración que planeó titular “Una…