Redacción
OAXACA, OAX. La violencia de género es un tema que debe discutirse en los espacios universitarios; es inesperada y aparece en cualquier sitio, de ahí radica la importancia de visibilizarla.
Con estas premisas se desarrolló el pasado fin de semana el Conversatorio Violencia de Género, una mirada reflexiva desde las instituciones de Educación Superior, con la participación de ponentes, feministas, académicas y especialistas en la materia.
El acto fue organizado por la Dirección de Equidad y Género (DIEG), en coordinación con el Instituto de Ciencias de la Educación (ICE), ambas instancias de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
La titular de la DIEG, Mónica Miguel Bautista, explicó que el conversatorio tiene el objetivo de generar reflexiones y conocimientos sobre el tema.
Por su parte, el director del ICE, Luis Enrique Ramírez López, destacó la importancia de discutir la violencia de género en los espacios universitarios e implementar acciones necesarias para revertir los casos que muchas veces no son visibles, pero existen.
De acuerdo con María Teresa del Valle Murga, académica de la Universidad Vasca de España, las acciones deben contribuir a una sociedad más justa.
“Lo que se busca lograr es el respeto para que tanto hombres como mujeres puedan trabajar en sociedades más justas”, destacó.
“Muchos de los actos de violencia, machistas, de género, violencia sexual y discriminación, sólo se han ubicado, para su resolución, en el ámbito penal, pero ahora en la Constitución dice que toda autoridad en el ámbito de sus competencias tiene que proceder al respecto”, subrayó la especialista.
¿Qué hacer dentro de las Universidades? cuestionó durante su participación en el conversatorio María Eugenia Guadarrama, investigadora de la Universidad Veracruzana, fundadora del Centro de Estudios de Género en esa institución.
En su reflexión expuso la dificultad de los contextos sociales, políticos y económicos, sin embargo dijo “deben buscarse las medidas apropiadas en cada caso, sin perder de vista el marco jurídico y legal que permite actuar, aunque con límites, pero con muchas posibilidades”.
Andrea Medina Rosas, abogada feminista, consultora independiente y académica, explicó que desde el año 2011, a través de la reforma Constitucional en materia de derechos humanos, se estableció que toda autoridad tiene obligación de investigar, atender y sancionar la violencia contra las mujeres en el ámbito de sus competencias.
Medina Rosas refirió que en las universidades no se tenía la experiencia tan precisa de cómo asumir las denuncias de estos casos, pero desde hace cuatro años se ha analizado cómo responder ante estas cuestiones, que requiere del diálogo fluido de estudiantes y autoridades universitarias para construir los caminos necesarios.
“Siempre habrá gente en contra, porque movemos condiciones de siglos que no a todos gusta, pero debemos trabajar en conjunto para que los protocolos representen las voces de quienes han estado en condiciones de violencia o que quieran prevenirla”, finalizó.
“Para fortalecer esta perspectiva debe haber un trabajo colaborativo entre quienes están en los espacios universitarios y la sociedad”, agregó María Leticia Briseño Maas, profesora investigadora del ICE.