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Por Rocío Flores
¡Qué felicidad compartir con personas que están orgullosas de sus tradiciones!, dijo la jovencísima cantante Angela Aguilar en pleno concierto de Martes de Brujas, después de interpretar la pieza con la que fue nominada a los premio Grammy del 2018.
Antes, la integrante de la ‘Dinastía Aguilar’ recordó: “con esta canción tuve la oportunidad de estar nominada a dos de esos premios, pero los perdí. También tuve la oportunidad de cantarla en los Grammys americanos y también los perdí, pero lo que no se pierden son las tradiciones, dijo, y soltó su canto a la húmeda noche.
Ángela hizo suyos los versos de La Llorona, una de las piezas de la música popular más interpretadas en el país y el mundo, que volvió a la escena global por las versiones de las nuevas generaciones de intérpretes y cantantes de origen mexicano.
La acompañaron en esta interpretación, dos jóvenes coristas y un grupo de mujeres vestidas de tehuanas, que en un espectáculo de luces y muertes emularon la leyenda de La Llorona, personaje de la mitología mexicana que, según investigadores, tiene su origen en deidades prehispánicas (como Xonaxi Queculla, entre zapotecas) y se le identifica con el inframundo, la muerte, el pecado y la lujuria.
Su voz renovó el ánimo de los asistentes, quienes aún se resguardaban entre plásticos y paraguas por una copiosa e inesperada lluvia que duró unos 45 minutos, antes de iniciar el concierto.
La joven cantó y bailó con la suavidad, placidez y ternura de sus 15 años de edad, acompañada del acorde de violines, guitarras de golpe, vihuelas, arpa, y guitarrón de su Mariachi Zacatecano, a quien presentó orgullosa de su origen, aunque ella tiene nacionalidad estadunidense.
Ángela entró al escenario 15 minutos después de las nueve de la noche, ovacionada por el público y terminó con la espera de casi tres horas con sus interpretaciones de Rebozo de Santa María, Cielo rojo, Paloma negra, La chancla, entre otras canciones.
La voz de la joven aprendiz de Flor Silvestre (su abuela) brilló en falsetes en esta quinta edición de los Martes de Brujas en Santa Cruz Xoxoxotlán, como brilló su delgadez enfundada en un corsé y falda en tono añil, bordada de flores 一que luego cambio por un tono fucsia一 y se desplazó en el escenario entre reflectores, aplausos y gritos del público oaxaqueño.