La Guelaguetza es la ayuda mutua que se vive cotidianamente en los pueblos y comunidades de Oaxaca. Es una práctica de vida que tienen los campesinos, campesinas, y la gente en general, que les permite tener un lazo fuerte con la comunidad, explican integrantes del Espacio Estatal en Defensa del Maíz Nativo.
“Existe más allá de la capital del estado y la centralización que el gobierno ha hecho de estas fiestas”, apunta Edith Morales, integrante de este colectivo, el cual ha organizado una jornada de actividades durante el mes de julio para compartir esta forma de vida y las actividades que de ella derivan y así fortalecer el significado original de la Guelaguetza.
Las actividades, que comienzan este domingo 11 de julio, se adecuaron a los tiempos de los campesinos y campesinas participantes, pues parte de la Mano Vuelta o Gueza, como le llaman en otras regiones, es decir la Guelaguetza, inicia respetando los tiempos para la milpa, de la familia o el pueblo, por tanto es importante respetar el tiempo natural que tienen para compartir.
Este domingo realizarán un ritual a las 11:00 am en la explanada de Santo Domingo de Guzmán en el centro histórico de Oaxaca. Luego campesinas y campesinos de la región de la Mixteca y Sierra Norte compartirán sus saberes en en el Centro ecológico “Milpa urbana”, ubicado en José López Alavés no 1414 en la capital.
En ese lugar también habrá una charla, que busca generar la reflexión sobre los despojos que atentan contra las semillas y la vida campesina y sobre todo para reconocer las prácticas agroecológicas y solidarias que son parte de la vida en las comunidades de Oaxaca.
“Vamos a hacer una declaratoria sobre la situación del maíz, en cuanto a patentes, extractitivismo”, apunta Edith Morales.
Destaca la importancia de traer esas actividades a la ciudad para que las niñas, los niños y jóvenes, puedan incorporarse o ser parte de esta forma de vida de las comunidades de Oaxaca.
“Para que no se queden con la idea de que la Guelaguetza le pertenece a la secretaría de Turismo. Ahora que ya fue institucionalizada por el comercio y el dinero, se piensa que es parte de una actividad turística. La gente de la ciudad tiene en su calendario la celebración de las fiestas de la Guelaguetza, pero esta práctica es mucho que eso”.
Edith comparte que la Guelaguetza es un compromiso para toda la vida. “Alrededor de la milpa se gesta todo, la socialización, el intercambio o ayuda mutua porque no hay dinero, todo se hace sin intermediación de él”
Relata que cuando invitan a sembrar, todos van, así cuando te toca a ti, si no tienes dinero, ahí van a estar. De alguna manera saben que están «obligados» o dispuestos a dar de nuevo. Y en ese sentido, la guelaguetza es una práctica, un compromiso con la tierra, con la gente y con la vida misma.
El sábado 17 de julio, la organización Unosjo presentará la obra “El maíz de la abuela”, ese mismo día habrá un tianguis donde participarán los productores de diferentes regiones, quienes vendrán a ofrecer lo que cultivan en su pueblo. Las actividades completas pueden consultarse en la página de Facebook: Espacio Estatal del Maíz Nativo.