La Universidad de California en Berkeley planea una escuela de zapoteco en el Istmo de Tehuantepec
El gusto de una familia oaxaqueña por las canciones en diidxazá (zapoteco del Istmo) motivó a un grupo de académicos en Estados Unidos a crear un programa para el estudio de las lenguas indígenas y a planear la creación de una escuela para enseñar el zapoteco en Tehuantepec.
El impulsor de esta iniciativa es Juan Francisco Esteva Martínez, un profesor universitario de origen oaxaqueño, hijo de una mujer zapoteca del Istmo. Actualmente dirige el Programa para el Estudio de las Lenguas y Culturas Indígenas que forma parte del Instituto Myers y el Instituto para el Estudio de Problemas Sociales de la Universidad de California en Berkeley.
En entrevista vía telefónica, Esteva Martínez compartió cómo surgió el programa, quienes colaboran y los proyectos en los que trabajan.
La familia cantaba canciones en zapoteco, pero no sabíamos que estábamos haciendo, es decir, no sabíamos exactamente el significado y la profundidad de las letras y la música istmeña que corre en nuestros genes”
Derivado de ese interés por conocer la esencia de las canciones, él y su familia se organizaron para aprender a través de unas clases informales por Internet apoyados de unos diccionarios, pero aprendían poco y buscaron hacer de esta idea algo más serio, entonces comenzó el Programa para el Estudio de las Lenguas y Culturas Indígenas.
Comenzaron con clases de náhuatl con las maestras Delfina de la Cruz y Ofelia Morales Cruz de Chicontepec, Veracruz, ambas cursan un Doctorado en Estudios Novo hispanos en la Universidad Autónoma de Zacatecas y elaboraron su tesis de Maestria en Nahuátl. Posteriormente empezaron a producir materiales para la enseñanza de la lengua. De ahí surgieron varios proyectos, entre ellos la creación del diccionario digital de la lengua diidxazá o zapoteca.
Actualmente el equipo trabaja para la creación de escuelas de lenguas en Veracruz (nahuátl); en Tehuantepec, Oaxaca (zapoteco) y, en Quetzaltenango, Guatemala (mam), cuenta Francisco Esteva, quien también es director del Programa para Estudios de Postgrado Ronald E. McNair en la Universidad de Berkeley, institución que en los últimos 25 años prepara a estudiantes de bajos ingresos y grupos minoritarios para matricularse en estudios de Doctorado. Dos de ellos visitaron el estado para iniciar la investigación en torno al zapoteco.
“Fuimos a la región del Istmo y nos dimos cuenta que hay diferentes variantes del zapoteco, por lo que es necesaria una investigación más minuciosa para tratar de clasificarlas y empezar a desarrollar un diccionario para cada variante. Esa es la idea”.
En colaboracion con la Universidad del Istmo de Tehuantepec también han desarrollado la aplicacion mobil Xquendá para apoyar la enseñanza de esta lengua.
«Estamos caminando, nos recibieron bien. Pensábamos que no iba a haber interés, pero sí, la gente está interesada, no quieren que se pierda el idioma. Además, aún hay niños que están siendo discriminados en las escuelas porque hablan su lengua materna”, declaró el doctorante en Sociología.
En su visita, también hallaron que una gran parte de la comunidad de San Blas Atempa sabe hablar el idioma, pero es difícil encontrar personas que sepan hablar, leer y escribir formalmente, por eso la idea es recuperar la enseñanza. «Lo que queremos hacer es organizar una escuela en Tehuantepec (lugar de origen de su madre) con toda la tecnología, con pupitres, donde los niños y las niñas puedan aprender zapoteco».
Proyectamos dar incentivos para quienes muestren avances a través de algunos géneros literarios como el cuento, la narrativa, la poesía, en los cuales los zapotecas cuentan una milenaria tradición poética”, abundó el académico de origen oaxaqueño
La Universidad podría invitarlos para que intercambien conocimientos, agregó. «Queremos que abra la posibilidad de compartir la lengua materna de nuestros antepasados con gente del Istmo que está en España, en Australia, en Singapur, en Japón, o en cualquier otra parte del mundo que quiera aprender el zapoteco. Casi nadie lo está enseñando, queremos que se puedan conectar y acceder a las clases a distancia, para que puedan hablar la lengua materna de sus padres, madres, abuelos o abuelas, que mantengan la confianza y el gusto por su origen».