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Foto: Citlalli López Velásquez
Siete años después del asesinato de su hija María del Sol, y ante la falta de castigo para los responsables de este delito, la periodista oaxaqueña Soledad Jarquín Edgar anunció la publicación de un libro en el que da cuenta de los errores y omisiones de tres fiscales que llevaron el juicio, así como de la intromisión de otros poderes en el caso.
“ He aprendido que el silencio es mi mayor enemigo, por ello durante estos años he armando la verdad histórica de esta impunidad que no es la única en el país”, dijo durante la conmemoración de estos siete años del crimen contra su hija, en la que estuvo acompañada de su familia, amigas, mujeres activistas, poetas y periodistas.
Soledad Jarquín ha buscado entre las autoridades locales, nacionales e internacionales que se investigue y se castigue a los responsables del asesinato de María del Sol.
“Hablamos con las funcionarias y los funcionarios de todos los niveles de gobierno, con algún interés en la justicia. Enfrentamos la indiferencia, las omisiones, las burlas, y los obstáculos con estoicismo y resiliencia para no quebrantar nuestras vidas, para seguir”, expuso la periodista.
En todo este tiempo dio puntual lectura y seguimiento a cada una de las más de 10 mil fojas que componen los cuatro expedientes por homicidio calificado, robo agravado, delito electoral y feminicidio.
Además de otras cinco mil fojas de dos expediente por corrupción y desvío de recursos y un procedimiento sancionador que llegó a todos y cada uno de los niveles de los tribunales, en el ámbito local y del Poder Judicial Electoral de la Federación. Pero las autoridades pusieron fin a esos procesos sin llegar a una sentencia condenatoria o absolutoria.
Pese a su dedicación y persistencia no tuvo ninguna respuesta. “Nos encontramos con el fracaso de la autoridad que solo ha dicho cosas increíbles, ha guardado silencios y ha ocultado información para favorecer a los feminicidas”.
En este tiempo, dijo, se ha percatado de que esa impunidad en el caso es construida desde un tejido entre el poder político y el poder delincuencial.
Tuvo que acudir a instancias internacionales como el El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) a exponer la situación de violencia e impunidad que prevalece en el estado. Hasta hoy sigue esperando la resolución.
Mientras tanto, 84 meses después, de nueva cuenta y como cada año exige justicia para María del Sol. Para ella y quienes la aman, este ha sido un tiempo suspendido en que han alimentado su recuerdo en silencio o recordándola por las fotografías, una grabación con su voz, un video o una anécdota.
“El feminicidio de María del Sol Cruz Jarquín —y el de Pamela Terán Pineda y el homicidio de Adelfo Jiménez Guerra — fue un crimen de Estado, de eso ya no tenemos ninguna duda. Frente a nuestros esfuerzos por la verdad y la justicia, el Estado hizo lo contrario, sus funcionarios faltaron a su deber”, dijo como preámbulo de su verdad histórica que pronto compartirá.